Agosto finaliza con la cuarta factura de luz más cara desde enero de 2017
Facua reclama al Gobierno que "intervenga las tarifas del sector para acabar con la especulación"
El mes de agosto finalizó con la cuarta factura de la luz más cara desde enero de 2017, según el análisis de Facua, que ha reclamado al Gobierno que "intervenga las tarifas del sector para acabar con la especulación". La subida mensual este agosto ha sido del 3 %, lo que supone que el recibo del usuario medio será 2,34 euros más caro que el de julio, ha informado en un comunicado.
Según la organización de consumidores, entre el 1 y el 31 de agosto el recibo del usuario medio con las tarifas semirreguladas PVPC se ha situado en 80,73 euros, casi 9 euros por encima de los 71,82 euros de agosto de 2017, y en doce meses el recibo se ha encarecido en un 12,4 %.
Los análisis de Facua reflejan que la factura de la luz más cara fue la del primer trimestre de 2012, cuando se situó en 88,66 euros para el usuario medio (tras la corrección de la tarifa fijada por el Gobierno por una sentencia del Tribunal Supremo). Tras ella se alcanzaron 87,81 euros en enero de 2017 y en tercer lugar 81,18 euros de julio de 2015.
En cuanto al precio de la energía consumida, el kWh se ha situado en agosto en una media de 16,81 céntimos (impuestos incluidos), un 3,9 % por encima de los 16,18 céntimos de julio, y en tasa interanual la subida ha sido del 16,9 % -el kWh estaba en 14,4 céntimos en agosto de 2017-.
Facua recuerda que a finales de 2016 promovió un manifiesto junto a más de una veintena de organizaciones de la sociedad civil para reivindicar seis medidas en materia de política eléctrica, entre ellas la aprobación de una tarifa asequible, regulada por el Gobierno, a la que puedan acogerse todos los consumidores domésticos en su primera residencia.
La aprobación de una tarifa social para los usuarios con menos poder adquisitivo y sufragada por las eléctricas es otra de las reclamaciones de las organizaciones ciudadanas.
Entre las reivindicaciones también se incluye la aplicación del tipo de IVA superreducido a la electricidad, pasando del 21 % actual al 4 % por ser considerado un servicio esencial para la ciudadanía.