POLÍTICA ECONÓMICA
La banca pide completar la unión y rentabilizar el sector
Caixabank defiende en el Congreso proteger más al consumidor || El BBVA aboga por una regulación que no encarezca el ahorro
Un cliente saca dinero de un cajero automático.
El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, afirmó ayer que diez años después del estallido de la crisis, la banca europea ha mejorado mucho, pero aún tiene cosas por hacer, como completar la unión bancaria y mejorar el entorno regulatorio, especialmente la protección al consumidor. En su comparecencia en la comisión que estudia en el Congreso el origen de la crisis y el rescate de la banca, Gortázar también destacó la necesidad de mejorar el sistema actual de “recuperación y resolución” de entidades y minimizar los riesgos. Aseguró que la entidad que dirige no ha costado dinero público al contribuyente, sino que ha contribuido a la solución de la crisis en más de 4.300 millones de euros a través de aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos, al Fondo Único de Resolución, el repago de las preferentes de banca cívica y la inversión en Sareb. Reconoció los errores en la comercialización de las preferentes, pero dijo haber resuelto la situación de la forma “más satisfactoria”. Además, ve “más razonable y llamativa” la introducción de un impuesto a las transacciones financieras, conocido como tasa ‘Tobin’, que la de un gravamen específico para la banca.
Por su parte, el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, solicitó que se lleve a cabo un análisis de la reforma regulatoria a la que se ha visto sometido el sector a raíz de la crisis financiera para valorar su efectividad antes de aprobar nuevas normas o plantear más iniciativas en este sentido. Durante su intervención en la comisión del Congreso, reconoció que la “profunda” reforma regulatoria del sector “era muy necesaria” y ha servido para reforzar los niveles de solvencia y mejorar el gobierno corporativo de las entidades, si bien diez años después “no ha finalizado”. Ve fundamental que el sector recupere unos niveles de rentabilidad “mínimamente aceptables” para garantizar que el sector sea sostenible y para poder seguir concediendo financiación y avanzar en su transformación. Pidió una regulación que no encarezca el ahorro.
