INDUSTRIA LABORAL
Un futuro nada dulce
“Es todo muy surrealista, en teoría estamos trabajando para una empresa que ha vendido nuestra fábrica pero aquí seguimos, sin saber para quién hacemos los dulces, sin noticias del administrador concursal y con la incertidumbre de que cualquier día nos pueden decir que nos vamos todos a la calle”. Con estas palabras resume Olivia Martínez la situación que están viviendo los 17 trabajadores de la fábrica de galletas y dulces Virginias de Pardinyes, que llevan semanas sin saber cuál será su futuro laboral. Ni el administrador concursal que se encargó de la venta de la empresa ni los nuevos propietarios se han puesto en contacto con ellos. “Industrias Rodríguez entró en liquidación y el administrador concursal vendió la maquinaria de nuestra fábrica a la empresa Risi, pero nosotros nos iremos todos a la calle seguro, lo que pasa es que nadie nos informa de nada y no sabemos cuando nos darán la patada”, asegura Martínez, que también es la representante leridana en el comité de Virginias, que tiene su fábrica principal en Reus.
“Todos los trabajadores nos iremos a la calle, pero primero se debe hacer un período de consultas a los trabajadores que durará un mes y que estamos esperando desde principios de octubre, aunque nadie nos informa de nada”, critica Martínez, que incluso asegura que el administrador concursal “ni nos informa ni nos deja celebrar asambleas de trabajadores en la fábrica”. Con el objetivo de saber cuanto antes cuál sera el futuro de los trabajadores, los empleados de Lleida y Reus se reunieron ayer en asamblea para estudiar la situación y tomar medidas para exigir “unas indemnizaciones justas, un calendario para saber cuándo se harán los despidos y para que Industrias Rodriguez nos dé el dinero que nos debe desde que aceptamos rebajarnos el sueldo hace 3 años para que la empresa siguiera”, dijo Martínez, que añadió que “técnicamente, todavía somos trabajadores de Industrias Rodríguez pero los productos que hacemos son para Risi, es un descontrol absoluto”. Industrias Rodríguez entró en concurso de acreedores en diciembre y vendió sus activos a Risi y a una empresa de turrones de Agramunt.