UGT exige propuestas “serias” para frenar la huelga de funcionarios

El secretario general de la UGT, Camil Ros, exigió ayer al Govern que plantee propuestas “serias” si quiere parar la huelga de funcionarios convocada para el miércoles. En este sentido, admitió que, en este momento, lo más probable es que la movilización prevista siga adelante y no se desconvoque. “No es serio que el Govern plantee retornar la paga a los funcionarios dentro de ocho años”, indicó. Sin embargo, subrayó la voluntad del sindicato de negociar hasta el último minuto. En cualquier caso, Ros, que asistió al Comité Territorial Ordinario de la UGT de Lleida, invitó a “toda la gente que esté en contra de los recortes y a favor de unas políticas sociales y de bienestar potentes” a participar en las movilizaciones previstas durante esa jornada. Igualmente, animó a “todos los sectores públicos de la Generalitat y a todos los concertados” a secundar la huelga, no únicamente para exigir la devolución de las pagas pendientes, sino que también con la finalidad de forzar a la administración pública a crear nuevas plazas de funcionario.

Por otra parte, Ros explicó que la UGT aspira a revalidar la representación que ostenta en las empresas en la oleada de elecciones sindicales que, desde este último trimestre hasta finales del año que viene, renovarán a más de la mitad de los delegados. A este respecto, de los 3.028 de las comarcas leridanas, un total de 1.411 pertenecen a la UGT, siendo la organización mayoritaria en la demarcación, según datos al cierre del mes de marzo facilitados por el propio sindicato. “Estamos ante nuestra reválida democrática”, indicó.

En otro orden de cosas, y sobre los datos del paro publicados el martes, los mejores de un mes de noviembre desde 2015, Ros advirtió del peligro de quedarse con el “macrodato”. “Nos hace creer que estamos prácticamente en la felicidad”, lamentó, a la vez que remarcó que lo que esconden estas cifras son “unos salarios más bajos que antes de la crisis y unos niveles de precariedad y de explotación laboral escandalosos”. “Tenemos trabajadores pobres”, denunció Ros, y alertó del riesgo de “cronificar la precariedad del trabajo”.