La caída de la producción de fruta de hueso pasa factura a la actividad de Edullesa

La caída de la producción de fruta de verano (melocotones, nectarinas y paraguayos) ha pasado factura a la actividad de la Estación Duanera de Lleida (Edullesa) que ha visto cómo a lo largo de 2018 el número de expediciones se ha limitado a 1.500, lo que representa mil menos que en el ejercicio anterior. El presidente de Edullesa, Joan Serentill, recuerda que “ha faltado fruta de hueso, con una caída de la producción cercana al 30%, y eso se ha traducido en que muchas empresas optaron por centrar sus envíos en el mercado europeo. Las que a lo largo del verano enviaron a países terceros fueron aquellas que decidieron mantener envíos a países terceros para conservar y fidelizar clientes”.

Pero 2018 también arroja algunos datos sectoriales positivos, como el hecho de que las exportaciones a través de la aduana leridana repuntaran un 20% en el último trimestre del año con respecto al mismo período de 2017, como explica su gerente, Irene Marqués. De hecho, la campaña de fruta de pepita (manzana y pera) representó el año pasado el 40 por ciento de las exportaciones, prácticamente concentradas en el último trimestre. Marqués destaca que entre los mercados, el líder sigue siendo Brasil, que absorbe del orden del 40% de los envíos. Después destacan los países de Oriente Medio e Israel, con un 30 por ciento.

Joan Serentill remarca que tras un verano que reconoce muy flojo, Edullesa ha vivido el mejor otoño de su historia en términos de envíos.

El balance general del presidente de la Estación Duanera es positivo si se tiene en cuenta que ha coincidido con un año en el que “hemos estado de obras para poder mejorar y hemos dado al mismo tiempo el servicio a las empresas”. Edullesa inauguró en julio la ampliación de sus muelles, pasando a contar con siete.

“Ahora tenemos en Lleida un depósito aduanero del siglo XXI” “Ahora, con las inversiones y las reformas que hemos llevado a cabo, podemos decir que Lleida tiene un depósito aduanero del siglo XXI, a la altura del puerto de Barcelona”. Así lo afirma el presidente de Edulleisa, Joan Serentill, que está a la espera de que el ministerio de Comercio confirme las últimas certificaciones a la aduana, que se sumarán a las ya otorgadas por el de Agricultura. “Ahora, toca ir a por veterinaria, que es el nuevo reto, poder ampliar la exportación al sector ganadero. Ya tenemos las infraestructuras necesarias: el laboratorio, la cámara de congelados y los muelles. Nos falta el permiso veterinario y me consta que la subdelegación del Gobierno está trabajando para la aprobación por parte de Agricultura”, explica Serentill. Sobre el conjunto de las obras llevadas a cabo, destaca que “hemos dado la vuelta a la parte logística, luego tocará a las oficinas”.