CaixaBank celebra su junta en pleno revuelo por el ERE

CaixaBank celebró ayer la junta de accionistas en el Palau de Congressos de València en pleno revuelo por el ERE que afectará a 2.157 trabajadores entre despidos y movilidades forzosas, y que prevé acometer una reducción del 18% en el número de oficinas. En la junta, la entidad aprobó los resultados del año pasado, que arrojaron un beneficio de 1.985 millones de euros, un 17,8% más que en el ejercicio anterior. Igualmente, se dio luz verde al reparto de un dividendo complementario en efectivo de 0,10 euros brutos, que elevará a 0,17 euros el total pagado con cargo al resultado del año 2018 e implicará repartir un 51% del beneficio entre accionistas. Los accionistas también dieron su beneplácito a la continuidad de Gonzalo Gortázar como consejero delegado de CaixaBank. En el auditorio valenciano también tomaron la palabra los representantes sindicales que mostraron su “decepción”, “tristeza” e “indignación” por el ERE en la entidad en un contexto en el que el consejo de administración del banco “cuesta 14 millones” a la entidad. “El consejero delegado cobra 3,5 millones ¿por qué?”, se cuestionaron. Asimismo, también se preguntaron si la infanta Cristina de Borbón estará afectada por el ERE. En este punto, salió al paso el presidente de Caixabank, Jordi Gual, que subrayó que “la infanta no es empleada de CaixaBank”. “Es empleada de la Fundación Bancaria La Caixa, accionista de CriteriaCaixa, y CriteriaCaixa accionista del 40% de CaixaBank”, puntualizó el máximo mandatario de la entidad.

En paralelo, un centenar de trabajadores se concentraron en el exterior del Palau de Congressos de la capital del Turia para denunciar la “purga” efectuada por CaixaBank a través del ERE. “Esto es una purga, al que no se quiera ir le dirán ‘tú te mueves aquí y si no, te despido’”, denunció la responsable de Comunicación de CCOO en CaixaBank, Ruth Bolaños.