El Gobierno central prevé aumentar la presión fiscal en 26.000 millones en 4 años

El Gobierno socialista de Pedro Sánchez prevé aumentar la presión fiscal en unos 26.000 millones de euros, hasta el 37,2 por ciento, en los próximos cuatro años.

Así lo contempla el Programa de Estabilidad 2019-2022 remitido por el Ejecutivo el martes a Bruselas, en el que mantiene sus previsiones de crecimiento, ejercicio para el que aplaza lograr equilibrio presupuestario, ya que contempla un déficit del 2 por ciento este ejercicio, del 1,1 por ciento en 2020 y del 0,4 por ciento en 2021.

El Gobierno ha presentado a la Comisión Europea su programa de estabilidad 2019-2020

Según recoge el documento, el Ejecutivo socialista planea un aumento de la presión fiscal, de forma que se elevará del 35,7 por ciento de este año al 36,5 por ciento en 2020, para continuar subiendo al 36,9 por ciento en 2021 y cerrar el periodo en el 37,3 por ciento en el año 2022. Esto supone un alza de alrededor de 26.000 millones de euros en el periodo.

El Plan de Estabilidad recoge las nuevas medidas fiscales incluidas ya en el proyecto de Presupuestos de 2019 y que el Ejecutivo cifra en 5.654 millones, como el aumento de Sociedades, la rebaja del tipo para pymes, el aumento del IRPF, la fiscalidad verde, la rebaja del IVA a los servicios veterinarios y del libro electrónico, el incremento de Patrimonio y la creación de la denominada ‘tasa Google’ y la ‘Tasa Tobin’, además de las medidas de lucha contra el fraude.

Las proyecciones del Ejecutivo socialista apuntan a que los ingresos públicos aumentarán y el gasto público se reducirá ligeramente hasta el 39 por ciento, y el 41 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), respectivamente.

Este esfuerzo de consolidación fiscal se mantendrá hasta el final del programa de Estabilidad, de modo que, en 2022, los ingresos públicos y el gasto público en términos del PIB se aproximarán al 41 por ciento.

De esta forma, el Gobierno prevé aumentar el gasto solo una décima en protección social, hasta el 16,9 por ciento del PIB, y lo mantendrá en Defensa (0,9 por ciento del PIB), orden público y seguridad (1,8 por ciento), protección del medio ambiente (0,9 por ciento), vivienda (0,4 por ciento), salud (6 por ciento), actividades recreativas, cultura y religión (1,1 por ciento) y educación), en tanto que solo lo bajará en servicios públicos generales (5,4 por ciento) y asuntos económicos (3,6 por ciento).

Para el año que viene proyecta una reducción del gasto de tres décimas, hasta el 40,7 por ciento.