Más de 186.000 leridanos tendrán que fichar a partir de este domingo

Este domingo entra en vigor el decreto ley aprobado en marzo por el Gobierno de Pedro Sánchez que establece la obligatoriedad de que las empresas registren el horario laboral de sus empleados, lo que popularmente se denomina “fichar” y que afectará a los 186.102 trabajadores de Lleida. La medida ha sido acogida con recelos desde los sindicatos y las patronales. A pesar de que CCOO y UGT valoran positivamente su adopción, ya que ha sido una reivindicación planteada desde hace tiempo, consideran que se queda corta. “Habíamos reclamado la obligación de fichar para frenar la precariedad, el abuso de las horas extras y poder detectar contratos parciales que realmente son de jornada completa, explicó ayer la líder de CCOO en Lleida, Cristina Rodríguez. No obstante, puntualizó que el decreto ha quedado “descafeinado” porque no recoge todas las reivindicaciones. “No obliga a proporcionar el registro de jornadas a los trabajadores mensualmente en sus nóminas”, denunció. En la misma línea, José Luis Aguilà, secretario general de UGT en Lleida, criticó la “dificultad” para implantar el sistema de control horario. “Será difícil que la medida sea efectiva en pequeñas empresas, que son la mayoría”, manifestó, a la vez que señaló que, aunque posible, será complicado controlar cómo se ficha en el teletrabajo. En este mismo punto insistió Elena de la Campa, directora de Relaciones Laborales y Negociación Colectiva de Pimec, que explicó que la obligación de fichar en el teletrabajo y las dificultades derivadas hará que los empresarios sean más recelosos a la hora de permitir esta modalidad laboral que facilita la conciliación. “Es un decreto muy precipitado”, subrayó, a la vez que remarcó que las empresas pequeñas tienen dificultades a la hora de implantar los sistemas de fichaje. En la mayoría de los casos, se opta por sistemas informáticos, aunque De la Campa indicó que también hay casos de empresas pequeñas en las que les consta que el fichaje se hará en papel, lo que obligará a que una persona recuente minuto por minuto las jornadas. Mientras Pere Roqué, líder de Asaja en Lleida, destacó la dificultad de registrar el horario laboral en el campo. “Prometen simplicar la burocracia y hacen todo lo contrario”, denunció. Los empresarios se exponen a multas de hasta 6.250 euros si no registran las jornadas.