BANCA ANÁLISIS
La red de sucursales de Lleida es hoy más pequeña que la de las cajas en el año 2007
La provincia había llegado a tener 591 oficinas financieras y ahora apenas cuenta con 321|| Las entidades quieren que los clientes usen cada vez más los cajeros automáticos, como se está haciendo con internet
Las comarcas de Lleida tienen en estos momentos menos sucursales de entidades financieras de las que tenían en 2007 solo las cajas de ahorro. Pero el proceso de cierre progresivo de oficinas con atención al público en general está lejos de haber acabado. Caixabank ha alcanzado hace apenas unos días un acuerdo con los sindicatos para reducir sucursales y el Santander acaba de comenzar las negociaciones para otro expediente de regulación de empleo para reorganizar su mapa de sucursales en todo el Estado.
Los últimos datos del Banco de España, del pasado mes de diciembre sitúan el número de oficinas de bancos en 321 en Lleida. En diciembre de 2007, cuando solo algunos gurús atisbaban la dura crisis que estaba a punto de estallar, el mapa financiero de la provincia situaba en el máximo histórico de 591 los puntos de atención a los clientes de Ponent. De ellos, 388 correspondían a las ya extintas cajas de ahorro y 186 dependían de bancos, a los que se sumaban las cooperativas de crédito. El descenso en el número de oficinas supera así el 45 por ciento.
La reducción de la red de atención directa al cliente es un proceso que aún no ha terminado
El sector de actividades financieras y seguros da trabajo a 2.092 personas en la provincia
La reducción de la red se nota en todo el territorio, pero deja una situación complicada para los algo más de 39.000 leridanos que carecen de sucursal en 131 municipios de la provincia, tal y como publicó SEGRE a tenor del informe del IvieLAB, el Laboratorio de Análisis y Evaluación de Políticas Públicas.
A la hora de explicar esta situación hay que buscar varias razones y todas de cariz económico. Por una parte, el número de entidades financieras es hoy más reducido, después de la desaparición de las cajas y las operaciones de fusiones y absorciones. Así, los bancos se encuentran con duplicidades de oficinas. Por otra parte, la digitalización de la banca hace que muchas operaciones, aunque no todas, se puedan hacer a través de internet. Además, los bancos quieren que sus clientes utilicen más los cajeros automáticos y hagan menos operaciones requiriendo la atención de personal para sacar dinero o pagar recibos, por poner algún ejemplo.
Así, están proliferando las grandes oficinas, en muchos casos en las que no se puede hacer operaciones de caja. Hay clientes en Lleida ciudad, por ejemplo, que han pasado de tener dos oficinas en apenas cien metros, a hoy tener que recorrer más de kilómetro y medio para ser atendido por un cajero. Es una situación que afecta de forma especial a las personas de más edad no tan acostumbradas a las nuevas tecnología y que se traduce en más colas en estas oficinas.
El sector pierde 770 empleos en Ponent desde 2009Reducir la red de sucursales financieras tiene su consecuencia en términos de empleo. Una oficina tiene de media unos cinco trabajadores, y los cierres suelen comportar un cierto porcentaje de recolocación de personal en nuevas sucursales más grandes, pero acaba con una parte de la plantilla, bien con prejubilaciones o con planes de reducciones de empleo a través de expedientes colectivos. En el caso de Lleida, por ejemplo, el sector de actividades financieras y seguros ha perdido prácticamente 770 puestos de trabajo desde el año 2009. Los últimos datos de la Seguridad Social referidos al pasado abril sitúan este colectivo en 2.092 cotizantes, mientras que en el mismo mes de 2009 sumaban un total de 2.860 trabajadores.