La industria crea uno de cada cuatro nuevos empleos de Lleida y de calidad

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El presidente de la Cámara de Comercio de Lleida, Jaume Saltó, inauguró la presentación de la Memòria destacando, entre otros, el crecimiento del sector de la construcción, el último que se ha incorporado a la recuperación. Por segundo año consecutivo, todos los sectores económicos de Lleida cerraron el ejercicio con datos en positivo. La directora del estudio del Consell de Cambres de Catalunya, Carme Poveda, destacó el “significativo” crecimiento de la economía de Lleida el año pasado, que estimó en un 2,5%, pese a que fue inferior al de 2017, (ver SEGRE del día 6). El registro es inferior a la media catalana, pero porque la economía local tiene un componente anticíclico dada la gran importancia del sector agroalimentario. Eso se traduce también en menores caídas en momentos de crisis.

Poveda remarcó que la industria, un sector que suele crear empleo de calidad, generó 1.100 de los 4.600 puestos de trabajo generados en Lleida el año pasado. La construcción generó el 15% de los nuevos empleos y llegó a 665, y el resto surgió de empresas de servicios. La agricultura se mostró, por su parte, estable. El empuje constructor se constata en el aumento notable de la ratio de viviendas iniciadas por cada 10.000 habitantes, que se multiplicó por dos, pasando de 7 a 15 el último año. Lleida registró, además, el mayor crecimiento turístico de las cuatro demarcaciones catalanas, con alzas en todas sus marcas.

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Las noticias en positivo se completan, entre otros, con el hecho de que 2018 es el primer año de recuperación de nuevas empresas y con el empuje de las exportadoras, que ya son 3.998 en total y de ellas 922 venden fuera de forma regular. Las exportaciones alcanzaron el récord de 2.083 millones de euros tras crecer un 0,3%. En cambio, las importaciones repuntaron un 13,2% (hasta los 993 millones). El balance exportador se puede explicar por la afectación de la guerra comercial China-EEUU y el retroceso de algunos sectores, como el frutícola o el del aceite, afectados por su particular evolución en producción y precios. El aumento de la importación se relaciona con la mejora de la demanda interna, es decir, del consumo y de la inversión, que repuntaron en Lleida en 2018.

El análisis comarcal refleja que la afiliación a la Seguridad Social creció el año pasado en todas las comarcas leridanas salvo Les Garrigues y el Pallars Jussà, donde disminuyeron un 0,8% y 1,4%, respectivamente. En términos relativos, los mayores aumentos se obtuvieron en la Alta Ribagorça (5,7%) y el Pla d’Urgell (5,6%). El Segrià generó la mitad de los nuevos empleos y Aran tiene la menor tasa de paro, con un 4,4%.

Aunque aún no están cerradas las previsiones de crecimiento de Catalunya para 2019, Poveda la estima por encima del 2% y Lleida podría volver a estar alguna décima retrasada frente al conjunto catalán.

El presidente de la Cámara de Comercio de Tàrrega, Carles Giribet, cerró el acto urgiendo inversiones públicas en infraestructuras para retener y atraer tanto talento como empresas a la provincia.