El precio de arrendar fincas agrarias, congelado mientras sube el de pisos

Los precios de los arrendamientos rústicos en Lleida llevan prácticamente congelados desde el año 2016, lo que teniendo en cuenta la evolución de la inflación se traduce en la práctica en pérdidas de ingresos para los propietarios. Esta situación contrasta con la que viven las fincas urbanas, a tenor de que los datos oficiales de la Genralitat constatan incrementos de precios de los alquileres de viviendas en la provincia de un 7,68% entre 2016 y 2018, hasta situarse en prácticamente 384 euros de promedio

La encuesta de cánones de arrendamientos rústicos de la conselleria de Agricultura sitúan la hectárea de tierra campa de regadío como la que tiene los precios más elevados. En concreto, le atribuye 498 euros por hectárea en la provincia de Lleida, la misma cifra que en 2016 y tres euros más que en 2017, cuando había registrado un ligero abaratamiento. En el caso de la tierra campa de secano lleva los tres últimos años con la misma valoración de 154 euros por hectárea. En olivo de secano apenas hay evolución y si en 2016 y 2017 se valoraba en 188 euros, el año pasado subió el mínimo, hasta 189.

El precio de venta de las fincas de frutales ha bajado por segundo año consecutivo en Lleida

Los terrenos de pastos son los más económicos y no cambian de precio en el período analizado, que queda en 21 euros, mientras que los prados naturales cotizan a la baja en Lleida. En 2016 el canon estimado por la conselleria era de 159 euros por hectárea, mientras que un año después se sitúa en 157 y en 2018 cae de nuevo, en esta ocasión hasta los 156 euros.

Como publicó SEGRE el domingo, el precio de una hectárea de frutales ha perdido valor en el mercado de compra-venta por segundo año consecutivo en Lleida, una consecuencia de la crisis de rentabilidad que atraviesa el sector en los últimos ejercicios y que es especialmente grave en el caso de melocotones, nectarinas y paraguayos. Así se desprende del último estudio sobre los precios de la tierra agraria elaborado por la conselleria de Agricultura.

En concreto, una hectárea de frutales en regadío se valoraba en 28.560 euros en Lleida en el año 2016 y un año después se reducía a 28.021 euros. El año pasado la cifra había caído ya a 27.664 euros. Es decir, en dos años ha perdido 896 euros de valoración en el mercado, lo que supone un 3,13 por ciento. El estudio elaborado por la conselleria que dirige Teresa Jordà valora la hectárea de cultivos en regadío en 24.273 euros. En este caso hay un repunte de 115 euros por hectárea en el último año.