La campaña de Limonera arranca con menos cosecha y calibres altos

En la misma línea, CCOO recordó que el laudo arbitral da la razón a los sindicatos y establece que sólo hay un salario mínimo de 12.600 euros anuales y que no puede haber discriminación entre trabajadores y trabajadoras fijos y eventuales, indicó Comisiones.

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Los fruticultores de Lleida se encuentran inmersos en plena campaña de recogida y comercialización de la pera Limonera, una variedad que había sido décadas atrás estandarte del sector de la provincia y que ha ido reduciendo su potencial productivo en favor de la fruta de hueso, por una parte, y de otras como la Conferencia. Este año las previsiones oficiales de la conselleria de Agricultura y de la patronal Afrucat sitúan la producción en unas 18.290 toneladas, cifra que representa un descenso del 3% si se compara con el año pasado. En 2017, llegaron a salir de las fincas de la provincia 21.824 toneladas, con lo que la oferta actual es en torno a un 9% inferior.

El presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué, quiso destacar ayer los elevados calibres que presenta en general la Limonera en esta campaña. Además, añadió que el hecho de que se hayan registrado altas temperaturas se ha traducido en elevados niveles de azúcares en la fruta, que les confieren gran calidad.

Décadas atrás, la Limonera era una fruta que tenía como destino principal la exportación y era especialmente apreciada en Alemania. Paulatinamente ha ido perdiendo empuje en otros mercados y también se ha reducido el número de hectáreas destinadas a su producción. En parte por una reconversión varietal hacia otras peras, con especial empuje de la Conferencia. Pero también por el cambio de apuesta frutícola de un número significativo de agricultores que decidieron centrar sus esfuerzos en producir fruta de hueso en detrimento de la de pepita. “Antes era una pera de exportación y ahora se consume fundamentalmente en España y durante el verano, aunque haya algunas empresas que la guardan en las cámaras de frío para alargar su comercialización hasta los meses de octubre y noviembre”, afirmó Roqué. Pese a que aún no hay referencia clara de precios, el sector confía en que tenga cotizaciones remunerativas para los productores, que recuerdan como en 1991 alcanzaba para el agricultor de cien pesetas de entonces, 60 céntimos de euro.

En otro orden de cosas, Pere Roqué se reunió ayer con el subdelegado del Gobierno, José Crespín, para analizar la marcha de la campaña frutícola. En el encuentro, la organización agraria insistió en la necesidad de líneas de ayudas oficiales apara que los payeses pueden mejorar los alojamientos actuales de temporeros o pueda construir nuevos. Asaja defiende poder utilizar módulos prefabricados para dar cobijo a los trabajadores.

UGT anuncia cinco denuncias por alojamiento y salario en campaña UGT ha presentado esta campaña de la fruta cinco denuncias en empresas agrícolas por supuestas irregularidades en el pago de salarios y también en la obligatoriedad de facilitar alojamiento a los temporeros empleados. El secretario general de la UGT-FICA de Lleida, Xavier Perelló, calificó ayer de “drama humanitario” la situación que ha llevado a abrir un refugio para temporeros en un pabellón del barrio de Balàfia de la capital del Segrià y pidió a las administraciones que “afronten” esta problemática con una “dotación económica”. El sindicato reclama también que se actualice el convenio del campo a fin de que las tablas salariales estén equilibradas y todos los empresarios agrícolas paguen a 7,02 euros la hora, tras afirmar que ahora eso no es así. UGT también valoró de la decisión del Tribunal Laboral de Catalunya de dictaminar que todos los trabajadores de las cámaras de fruta cobren un mínimo de 7,08 euros la hora.