Lleida, la más inflacionista de todo el Estado junto con Barcelona

El Índice de Precios del Consumo (IPC) en la provincia de Lleida ha disminuido siete décimas en julio respecto en junio, mientras que la tasa de los doce últimos meses se sitúa en el 0,9%, una décima más que el mes anterior, dibujando la inflanción más alta en el Estado, sólo igualada por la de la provincia de Barcelona, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por grupos, los restaurantes y hoteles han sido los más inflacionistas en relación al año pasado, con un incremento del 2,9%, seguidos de la enseñanza (+2,3%); muebles y artículos del hogar (+2,1%), los alimentos y bebidas no alcohólicas (+2%); otros bienes y servicios (+1,9%) el transporte (+0,8%); el vestido y calzado (+0,7%); las comunicaciones (+0,5%) y la sanidad (+0,1%), frente a los descensos en la vivienda (-2,2%); el ocio y la cultura (-0,3%) y las bebidas alcohólicas y el tabaco (-0,2%). Mientras, en comparación con el mes de junio, el vestido y el calzado ha sufrido un notable descenso por las rebajas (-15,9%), alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,5%) y las bebidas alcohólicas y el tabaco y de otros bienes y servicios, con una caída del 0,3%, respectivamente.

Mientras, los precios en Catalunya han subido una décima respecto al de junio y han llegado al 0,8%. De este modo, el IPC repunta una décima después de que, con un 0,7%, marcara la tasa más baja desde septiembre de 2016. La variación mensual fue del -0,5%.

En el conjunto del Estado, el INE ha reconocido que ha retrocedido un 0,6% en julio en relación al mes anterior y ha elevado una décima su tasa interanual, hasta el 0,5%, manteniéndose no obstante en sus niveles más bajos en casi tres años, datos que coinciden con los del IPC adelantado.

Estadística atribuye el repunte de la tasa interanual del IPC de julio a la evolución de los precios de las frutas, que han bajado menos de lo que lo hicieron en julio de 2018, y al encarecimiento de los carburantes.

Para CCOO, la caída del 0,6% en el IPC del mes de julio, unido a la subida salarial del 2,3% pactada en la negociación colectiva, ha supuesto una mejora del poder de compra de los salarios de un 1,3% hasta el mes de julio. No obstante, CCOO advierte que no todos los trabajadores están recuperando poder adquisitivo “al mismo ritmo”.

Por su parte, UGT avisa que la “atonía” en los precios en España sitúa al Estado lejos del entorno del 2% planteado por el Banco Central Europeo como “deseable”.

Mientras, para la patronal CEOE, la aceleración de la tasa interanual del IPC hasta el 0,5% se traduce en una consolidación en niveles “muy bajos” de la inflación a falta de presiones sobre los precios.