El campo denuncia ser moneda de cambio en la “guerra” Trump-UE

El sector agrario catalán se siente, una vez más, moneda de cambio en la guerra comercial emprendida en este caso por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra la Unión Europea como respuesta a las ayudas de Bruselas a la aeronáutica Airbus. Así lo denuncia, por ejemplo, la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya que, además, llama la atención que Washington prevé incrementar los aranceles al aceite de oliva español un 25%, pero no incluye en su castigo a Italia y Grecia, dos grandes competidores en el mercado internacional. Así, los problemas para los oleicultores se multiplican, y por una parte verán dificultadas las exportaciones a un país que el año pasado representó ventas de casi 48 millones de euros solo para empresas de Lleida, y por otro la competencia saca beneficios adicionales.

Las cooperativas piden no emprender una guerra comercial y dar una respuesta unitaria por parte de la Unión Europea a la política proteccionista del gobierno norteamericano. Unió de Pagesos, por su lado, reclama que la Comisión Europea proponga una vigilancia estricta de las repercusiones en los mercados afectados y active las medidas contempladas en la Organización Común de Mercados para paliar los efectos, de tal manera que asuma el 100% del coste que puede tener el sector agrícola. Todo ello al tiempo de que también denuncia de que el campo pueda acabar pagando los platos rotos de un problema generado a los dos lados del Atlántico por las ayudas a Airbus, que tendrán su segunda parte con la denuncia de Bruselas a los apoyos de Washington a Boing. COAG-JARC tampoco quiere una guerra comercial y exige medidas rápidas y equilibradas para que no acaben pagando la factura comercial los agricultores.

Los nuevos aranceles se aplicarán a partir del 14 de octubre y se confía aún en las negociaciones

En Lleida, como publicó SEGRE ayer, estamos hablando de que están en peligro exportaciones agroalimentarias a Estados Unidos por valor de más de 57 millones de euros y que el incremento de los aranceles podría encarecer los envíos del orden de 4,5 millones. En este contexto, Asaja se queja de que parece que el libre comercio solo vale para los estadounidenses. “La fuerza del gigante actúa sobre los productores mediterráneos como productos derivados del cerdo, frutas”, se lamenta el sindicato en Catalunya.