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AGRICULTURA PREVISIONES

La producción de maíz cae entre un 30% y un 40% por los picos de calor

Unidos a la plaga de la araña roja, que seca el cultivo antes de tiempo || Recogen entre 8.000 y 9.000 kilos por hectárea cuando lo normal sería hasta 13.000 kilos

Labores de recolección de maíz en una finca de Linyola.

Labores de recolección de maíz en una finca de Linyola.ACN

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La producción de maíz en Ponent caerá este año entre un 30% y un 40% debido a los picos de calor que se registraron durante el verano y a la plaga de la araña roja, que seca el cultivo antes de tiempo. Así lo manifestó ayer el presidente de la Cooperativa de Linyola y coordinador de Unió de Pagesos en Lleida, Jaume Pedrós, que explicó que están recogiendo entre 8.000 y 9.000 kilos por hectárea, cuando lo normal sería que esta cantidad oscilara entre los 12.000 y los 13.000 kilos en una zona de regadío como es el Pla d’Urgell. Además, subrayó que el maíz que se está recolectando tiene un grado de humedad de entre el 14% y el 15%, frente al 21% que sería lo deseable. “El maíz que estamos recogiendo es muy seco, está destruido y no salen los kilos de ninguna forma”.

Los tres picos de calor que se registraron en verano en las comarcas de Ponent afectaron al crecimiento de la planta de maíz. Según explicó Pedrós, el estío es cuando el maíz florece y el momento en el que el calor le puede perjudicar más. Esto provocó que la floración del maíz no fuera correcta y muchas piñas quedaron con pequeñas. Además, a medida que avanzaron las semanas apareció la araña roja. Pedrós indicó que la araña roja se puede combatir con la lluvia, ya que cuando cae agua se limpian las hojas y desaparece, pero este verano apenas se registraron precipitaciones en la zona y, en consecuencia, la afectación ha sido importante.

Pedrós denuncia que el maíz se paga a 177 euros por tonelada y que el sector tiene “pérdidas”

Por otra parte, en lo que respecta a los precios, el líder de UP en Lleida señaló que siguen “flojos”, a 177 euros la tonelada, como en los últimos años. “Todo lo que esté por debajo de 180 euros la tonelada son pérdidas”, lamentó Pedrós, que advirtió de que esta situación ha hecho que en una zona productora de maíz como Linyola cada vez se cultiven menos hectáreas. “Linyola ha dejado de cultivar hasta 12 millones de kilos de maíz por las dificultades a la hora de sacar adelante las explotaciones en los últimos cinco años”, afirmó Pedrós, que cifró en 40 millones de kilos el maíz que se recolectaba antes en la zona, frente a los escasos 30 millones recogidos hoy en día.

Asimismo, alertó de las consecuencias negativas que acarrearán para el sector los aranceles anunciados por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y que gravarán productos europeos a partir de la semana que viene.

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