China se abre a los piensos españoles de mascotas

España y China han firmado dos protocolos para la exportación de nuevos productos españoles para los mercados del país asiático, como son alimentos para mascotas y pulpa de aceituna para su uso en alimentación animal.

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, mantuvo ayer, en la sede del ministerio, una reunión con el viceministro de la Administración General de Aduanas de la República Popular China, Zou Zhiwu, en la que se suscribieron estos protocolos.

Se ha iniciado un nuevo sistema de autorización de establecimientos de porcino

Además de la firma de ambos protocolos, se ha producido el levantamiento de las restricciones a las exportaciones españolas relacionadas con la influenza aviar, erradicada ya en España desde 2017. Este levantamiento permitirá reanudar las exportaciones de genética aviar, y volver a iniciar las negociaciones para exportar en un futuro carne de ave.

Esta reunión es continuación de la celebrada en Pekín en mayo de este año, y obedece al compromiso de ambos ministerios de mantener encuentros regulares de alto nivel, con el objetivo de hacer un seguimiento de los trabajos técnicos en los distintos expedientes en negociación y avanzar en su tramitación.

Además se ha puesto en marcha un nuevo sistema de autorización de establecimientos de porcino, que se acordó en la reunión de mayo en Pekín, y que a día de hoy permite a España disponer de 17 nuevas autorizaciones de exportación, lo que ha supuesto un aumento significativo.

China es uno de los destinos clave de las exportaciones agroalimentarias españolas con 1.032 millones de euros durante el año pasado.

Las empresas leridanas exportaron en el mismo periodo de tiempo productos por valor de 30,3 millones de euros, según datos de la Agencia Tributaria.

Pekín podrá imponer sanciones a EEUU por unos 3.600 millonesLa Organización Mundial del Comercio (OMC) determinó ayer que China puede imponer a EEUU contramedidas arancelarias por valor de 3.579 millones de dólares anuales por no cumplir con las normativas del organismo a la hora de llevar a cabo investigaciones antidumping contra productos chinos. El caso, que se remonta al anterior Gobierno estadounidense de Barack Obama, fue iniciado por China en diciembre de 2013 y afecta a medidas comerciales estadounidenses contra paneles solares, productos de acero y aluminio, muebles y otras exportaciones del gigante asiático.