El Gremio del Motor sobre el impuesto catalán de emisiones: "Ya basta de cargar contra la automoción'
El sector pide que la recaudación del tributo se dedique íntegramente a ayudas para la renovación de parque de vehículos
El Gremio del Motor ha criticado el nuevo impuesto catalán a las emisiones contaminantes que se prevé que afecte a unos tres millones y medio vehículos, que pagarían entre 7 y 128 euros en función de los gases que emiten. En declaraciones a los medios, el presidente del Gremio del Motor y de Fecavem, Jaume Roura, ha asegurado que el tributo es "injusto" y ha argumentado no sólo el sector del automóvil genera gases contaminantes. "Desde el Gremio estamos totalmente en contra de gravar al automóvil, ya es suficiente de cargar sobre el mismo consumidor, la automoción", ha explicado. Al mismo tiempo, ha reclamado que, en caso de que se tenga que mantener este impuesto, la recaudación de cerca de 40 millones se dedique íntegramente a ayudas para renovar el parque automovilístico. Según datos de la consultora MSI, con el importe total del tributo se podrían incentivar 227.000 matriculaciones nuevas en cinco años.
La patronal catalana del motor ha organizado un desayuno informativo con el consultor Chema López Montoya este miércoles para debatir el futuro del sector, en el cual el también director comercial de MSI ha propuesto convertir el importe recaudado en un plan para incentivar la compra de coche nuevo. Según López, si los cerca de 40 millones de recaudación se repartieran con ayudas a la compra de vehículos nuevos de 1.000 euros se podrían sustituir 227.000 coches contaminantes en cinco años. Estas matriculaciones supondrían una renovación del 10% del parque automovilístico catalán, cosa que favorecería a la reducción de emisiones de gases y mejora de la seguridad, ha añadido.
Para el consultor, el impuesto catalán tal como está planteado es una "medida antisocial" con "afán recaudatorio" que afectará a las clases más bajas que viven fuera de las ciudades y que hará que "conducir sea de ricos". Y es que, a consecuencia de este impuesto, los representantes de este ámbito se sienten "discriminados como catalanes" en comparación con el resto del Estado, ha lamentado Roura. "No puede ser que para tener un vehículo por circular por Cataluña tenga que pagar más que las otras autonomías de la España", ha añadido.
El tributo, que está contemplado en el proyecto de presupuestos catalanes del 2020, empezará a gravar los vehículos más contaminantes este noviembre pero con devengo del 2019. El primer año estarán exentos los que emitan menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro, umbral que bajará a los 95 en 2020. Además, el primer año tributarán coches y furgonetas y un año después se incorporarán las motocicletas.