ECONOMIA
Boris Johnson apela al inicio de una nueva era por parte del Reino Unido
Londres y Bruselas inician la cuenta atrás para pactar el futuro a lo largo de 2020
Un gesto simbólico con el que Gibraltar daba una despedida con “amistad y respeto” a su pertenencia a la Unión Europea, después de que un 96% de la población votara en referéndum en contra del Brexit.
El ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, abogó por centrar las negociaciones con España en temas que puedan mejorar la vida de los ciudadanos y dejar el tema de la soberanía del Peñón, que “casi no es relevante en el mundo moderno en el que vivimos”.
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londres
Consumado el adiós a la Unión Europea (UE), el Reino Unido debe redefinir a partir de ahora sus relaciones con el resto del mundo, un proceso en el que la cuestión más planteada por la prensa británica es: ¿qué ocurrirá ahora?.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció, poco antes de la salida, “el inicio de una nueva era” para Reino Unido tras el Brexit y defendió su intención de lograr una relación de “cooperación amistosa” con la Unión Europea en el nuevo periodo que se abre desde este histórico sábado. “Es el momento en el que empezamos a unirnos”, aseguró Johnson, que defiende la salida de su país de la UE como una oportunidad de “renovación y de cambio a nivel nacional”.
“Lo más importante que hay que decir es que esto no es un final, sino un principio”, aseguró Johnson, para quien el abandono de la UE es el momento en el que el país comienza a unirse y a igualarse.
“Sube el telón en un nuevo acto en nuestra gran obra nacional” y Reino Unido tiene la oportunidad de “utilizar la soberanía recuperada para alcanzar los cambios por los que la gente ha votado”, afirmó.
La marcha de Reino Unido de la Unión Europea marca el inicio de una nueva cuenta atrás para negociar en apenas once meses las bases de la relación futura, antes de que el 31 de diciembre expire el periodo de transición y británicos y europeos se enfrenten de nuevo al “precipicio” si para entonces no han logrado un acuerdo.
Entretanto, Reino Unido ha perdido su voz y su voto en la toma de decisiones comunes porque ya no es un Estado miembro, pero seguirá estando sometido a los estándares europeos y a las decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) al menos hasta que acabe el año.
edimburgo
“Scotland still loves EU” rezaba una de las pancartas de la manifestación proeuropeísta celebrada ayer en Edimburgo. Con este lema de amor a la UE, Escocia quiere dejar claro que no votó Brexit y eso, para algunos, justifica un nuevo referéndum de independencia.
La región británica, donde el 62 por ciento votó por permanecer en la UE, amaneció ayer fuera del club comunitario, lo que congregó a cientos de ciudadanos en Edimburgo, que clamaron consignas a favor de que se celebre un nuevo plebiscito, algo a lo que el Gobierno británico se opone con firmeza. Sin embargo, el Ejecutivo de la nacionalista Nicola Sturgeon considera que el Brexit brinda un escenario completamente diferente que justifica una nueva cita con las urnas y que sea avalado por Londres.
bruselas
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, inauguró el primer día sin el Reino Unido en la Unión Europea (UE) tras 47 años de pertenencia al bloque comunitario con un mensaje que hace referencia a la película La vida de Brian, del célebre grupo de humoristas británicos Monty Python. “Mira siempre al lado bueno de la vida”, escribió Michel en su cuenta de Twitter, en referencia a la canción que cierra la citada película de 1979 en una conocida escena en la que un grupo de condenados a muerte por crucifixión cantan y silban ese optimista mensaje. El presidente del Consejo Europeo acompañó el tuit con una fotografía de los acantilados de Dover, en el Reino Unido, y la música de esa canción, Always look on the bright side of life.
Gibraltar se despide de la UE, pese a su europeismo en el referéndum Decenas de personas se congregaron al filo de la medianoche del viernes al sábado en la frontera de Gibraltar para presenciar el acto simbólico de deposición de la bandera de la Unión Europea y su sustitución por la de la Commonwealth, un acto con el que se escenificaba la salida de Reino Unido de Europa y el inicio del proceso de transición para el Brexit.