Teletrabajo a ritmo de pandemia

La pandemia de coronavirus que asola a casi todo el planeta ha golpeado con fuerza los cimientos de la sociedad de nuestro tiempo y ha provocado que, en pocas semanas, se hayan revuelto los pilares que la sustentan hasta extremos inimaginables para la mayoría hace tan solo unos meses. El trabajo, que es una de las tareas a las que el ser humano más tiempo dedica en su vida, no ha sido ajeno a una revolución forzosa presidida por la idea de “distanciamiento social” y que tiene como fin intentar parar la expansión de esta nueva enfermedad. Y qué mejor manera para guardar las distancias con los compañeros de trabajo y no frenar en seco toda la actividad económica que abrazar el teletrabajo. Las mismas tecnologías que han hiperconectado el mundo y hecho posible la rápida expansión del virus permiten, a su vez, que numerosos profesionales puedan seguir desempeñando su empleo desde sus hogares, cumpliendo con las medidas de confinamiento.

Así, más de la mitad de las pymes y de los autónomos de Lleida ya aplican medidas de teletrabajo, según el último informe de Pimec con datos de primeros de mes. Concretamente son el 52,4%, frente al 41,6% que teletrabajaban en la tercera semana de marzo. No obstante, unos días antes, hace ahora un mes, sólo el 15,6% de los autónomos y pequeños y medianos empresarios de la demarcación se lo planteaban. Pese a esta fuerte subida, Lleida sigue por debajo de la media catalana. Y es que en el conjunto de Catalunya el 66,4% de las pymes y autónomos han adoptado esta modalidad de empleo. Asimismo, en el Estado y con independencia de su tamaño, el 88% de las empresas han impulsado alguna medida de teletrabajo, frente al 4% que lo hacía ya antes, según EAE Business School. Con todo, el 61% de la población española ocupada trabaja desde casa, de acuerdo con la consultora Ideara.

El 52,4% de los autónomos y pymes de Lleida, y el 66,4% de los de Catalunya, trabajan desde casa

A la vista de la celeridad con la que se ha desarrollado esta transición desde el trabajo presencial hacia el teletrabajo, los sindicatos avisan de la necesidad de garantizar el derecho a la desconexión para que el empleado no esté permanentemente disponible, aunque reconocen que puede ser una buena herramienta para mejorar la conciliación. “El teletrabajo es un recurso que reivindicamos desde hace mucho porque es una forma de mejorar la conciliación, contribuir al ahorro energético y reducir la contaminación”, destaca la secretaria general de CCOO en Lleida, Cristina Rodríguez. No obstante, advierte que la introducción del teletrabajo se ha de regular por la vía de los convenios y que la carga de trabajo ha de ser “medible”. “No se puede convertir en una disponibilidad de 24 horas y la empresa ha de afrontar los gastos del hogar derivados del teletrabajo”, zanja. En la misma línea, José Luis Aguilà, líder de UGT en la demarcación, remarca que “no siempre es fácil compaginar el trabajo en el ámbito doméstico” y afirma que “están comprobando” como con el teletrabajo se están haciendo más horas de empleo. Con todo, cree que este modelo “difícilmente se consolidará” porque “la gente necesita socializarse”. “Los desplazamientos y la interrelación con los compañeros comporta beneficios psicológicos”, concluye.