ESNOTICIA
La obra pública vuelve a medias
La vuelta a una normalidad relativa se extiende también desde ayer a una parte de la obra pública, sobre todo del Estado. Por ejemplo, el Gobierno central confirmó la vuelta de forma inmediata a los trabajos de perforación del túnel de Coll de Lilla, en la autovía de Tarragona (A-27) paralela a la N-240. Inicialmente, los plazos de esta obra señalan que la perforación debe estar lista en un año y medio desde su inicio, el pasado mes de octubre.
En cuanto a los proyectos de la Generalitat, la conselleria de Territorio recordó que aún está en vigor el decreto ley de suspensión de las obras públicas autonómicas. Esta suspensión deja al margen las obras de emergencia y en este epígrafe la consellería ha situado los trabajos de consolidación de la ladera junto a la C-13 en Llavorsí, afectada por desprendimientos, y la reparación de la vía. Las obras y la interrupción parcial del tráfico que comportaban habían quedado en suspenso a finales de marzo, pero el departamento que dirige Damià Calvet anunció ayer que hoy retomarán los cortes de un carril de la circulación de forma intermitente en esta vía. La Generalitat también prevé recuperar los trabajos de reparación del puente del Vilosell dañado por el temporal del pasado mes de octubre. Según el alcalde, Jordi Nogué, los trabajos quedaron interrumpidos el 13 de marzo y se retomarán mañana jueves. En cambio, ayer no habían comenzado de nuevo las obras del túnel de Tres Ponts y el tramo de la C-14 entre Organyà y el túnel de Montant de Tost, ni las de construcción del nuevo Centro de Atención Primaria de La Seu d’Urgell. La Generalitat reiteró que solo impulsan los trabajos que ven de emergencia y el resto quedará condicionado a la evolución de los contagios por el coronavirus. En la esfera municipal, algunas obras siguen paralizadas, como es el caso del camino de Sant Isidre de Castellciutat, que llevaba a cabo el ayuntamiento de La Seu. En Lleida ciudad, uno de los proyectos afectados por el coronavirus es el carril bici de Fleming, que seguirá parado por la imposibilidad de mantener la distancia de un metro entre trajadores y también con los peatones, según fuentes municipales.