Endesa desdobla el centro de control de las 41 centrales hidráulicas de Lleida para garantizar la producción de energía
Por primera vez, y mientras dure la pandemia, se ha activado de forma preventiva el centro oculto de emergencias
Endesa, a través de su división de energías renovables Enel Green Power, ha adoptado todas las medidas de seguridad en su centro de control de producción hidráulica, ubicado en la capital del Segrià, con el objetivo de asegurar la correcta producción de energía y, así garantizar el suministro eléctrico a toda la ciudadanía, especialmente, en los equipamientos críticos, como los sanitarios.
Una de las primeras decisiones ha sido desdoblar, de manera preventiva, el centro de control y gestión hidráulica que hay en la ciudad de Lleida y desde la cual se gestionan las 55 centrales hidroeléctricas que Endesa tiene en Cataluña, 41 de ellas en Ponent. El segundo centro de control, el denominado de emergencias, está ubicado en un punto indeterminado de la capital del Segrià y puede operar de forma aislada, independientemente y autónoma del principal. De esta manera, no sólo se garantiza que el personal que está destinado también pueda desdoblarse y así reducir el riesgo de contagio, sino que permite que en caso de quiebra de uno, el de reserva pueda conmutar y entrar en funcionamiento de manera instantánea, de manera que se mantiene la disponibilidad operativa de la instalación. Así, mientras dure la pandemia, Endesa dispone de dos centros de control de producción hidráulica paralelos que funcionan de manera independiente y con las mismas condiciones.
Además, la compañía ha reforzado las medidas preventivas en las 41 centrales con el fin de garantizar no sólo la seguridad del equipo de personas que operan y mantienen las instalaciones sino por sus suministros singulares y esenciales. Las centrales contribuyan a garantizar el agua de boca a las poblaciones de las comarcas de Lleida, además de los riegos de las comunidades, la laminación de avenidas y el caudal ecológico de los ríos. Todas las operaciones están coordinadas con la Confederación Hidrográfica del Ebro, como ente gestor de esta cuenca.
En tanto que los centros de control constituyen un punto esencial dentro de su sistema eléctrico, también disponen de una serie de medidas de protección orientadas a garantizar su funcionamiento mediante conmutación automática, con más de una fuente eléctrica para activarlas en caso de que sea necesario; Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI), a través de baterías y otros elementos almacenadores de energía, y grupos electrógenos que entran en funcionamiento si el corte de alimentación persiste.
Esta medida está incluida al protocolo de crisis que Endesa ha desarrollado para limitar los riesgos de propagación del covid-19 y prevenir y salvaguardar la salud de todos los que trabajan a la compañía. Así, además de la intensificación de la limpieza y de la higiene de las áreas comunes, se toman medidas de segmentación de los equipos individuales responsables del funcionamiento del sistema (trabajadores por turnos), limitando al máximo sus interacciones tanto entre ellos como con otros diferentes departamentos, además del acceso restringido a estas instalaciones. Esta medidas es importante, según Endesa, ya que permite limitar tanto el riesgo de contagio mutuo como el impacto de una cuarentena, lo cual permite, si se elevara el nivel de alerta, no comprometer la disponibilidad operativa de la instalación.