ESNOTICIA
Mascarillas y guantes para la “nueva normalidad”
La demanda de equipos de protección sigue disparada || Se presentan como claves para minimizar contagios
Después de cerca de dos meses de confinamiento la relajación de ciertas medidas que permiten abrir ya a ciertos negocios con cita previa o con un horario para poder salir a la calle a pasear o hacer deporte en función de las edades, las medidas de distancia social y mascarillas o guantes, por poner algunos ejemplos, cobran más importancia. Son los ya famosos EPIS (equipos de protección individual) y que ya se exigen, por ejemplo, a la hora de tomar el transporte público.
Por poner un ejemplo, peluquerías y centros de belleza deben entregar a sus trabajadores equipos de protección, en el que existe un amplio abanico de material posible. Hablamos de las mascarillas, guantes, viseras y gafas protectoras a fin de garantizar su seguridad de empleados y clientes. En otros establecimientos con atención al público como librerías o tiendas de ropa los empleados también guantes y mascarillas pasan en muchos casos a ser parte del atuendo. Además los establecimientos ofrecen a los clientes geles hidroalcóholicos y desinfectan los espacios con frecuencia.
Estas EPIS previsiblemente también las incorporarán los trabajadores de restauración una vez que puedan abrir estos establecimientos, dado que ahora sólo se les permite vender platos para llevar o a domicilio, y a los que todavía no se les han dado instrucciones claras. En estos locales muchos han optado por proteger espacios entre mesas con mamparas en previsión de restricciones futuras. Mientras, en otros puestos de trabajo sin contacto con clientes, por ejemplo, lo que prima es mantener la distancia social de al menos metro y medio.
Existe una gran variedad de EPIS que ofrecen distintos grados de protección. Dentro de las mascarillas están las quirúrgicas, útiles porque filtran el aire que expulsamos, pero no impide que se pueda aspirar el virus. También encontramos las autofiltrantes, las famosas FFPR. Estas además de filtrar el aire que expulsamos también filtra el que inhalamos, impidiendo la entrada de virus o bacterias. En el caso de los guantes, deben ser desechables si hay contacto con diferentes personas. Se podrían utilizar unos más resistentes pero de fácil desinfección en caso de que no haya relación directa. Asimismo también existen otros equipos como los de protección ocular –gafas y pantallas– que deben usarse cuando haya riesgo de contaminación a partir de salpicaduras o gotas.