Las inmobiliarias retoman la actividad en Lleida y cierran ventas

Con la entrada de Lleida en la fase 1 de desconfinamiento la actividad de muchos sectores se ha retomado, y el inmobiliario no es una excepción. De hecho, las agencias inmobiliarias están teniendo un volumen de trabajo elevado estos primeros días, tanto que ya han hecho visitas a pisos y locales e incluso han cerrado algunas ventas. Así lo asegura el presidente del colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Lleida (API), Josep Maria Esteve. “Estos días estamos trabajando a tope”, recalca. Añade que “hasta ahora hacíamos teletrabajo y las pocas visitas a pisos o locales que hacíamos era con cita previa, pero desde el lunes estamos haciendo más de dos visitas al día y se nota que algunos clientes tenían ganas de cerrar acuerdos”. No obstante, la vuelta a las oficinas no ha sido generalizada, señala Esteve. “En nuestro caso particular ya hemos vuelto a la sede con todas las medidas de seguridad y prevención necesarias, pero otras agencias están volviendo a la actividad de forma más escalonada, ya sea trabajando por turnos o con la mitad de la plantilla haciendo teletrabajo”. Las visitas a pisos se hacen como antes, pero con la excepción de que tanto vendedor como cliente van ataviados con mascarilla y guantes.

“En estos pocos días ya hemos cerrado algunas ventas, la verdad es que se agradece volver poco a poco a la actividad y nos alivia ver que nuestros clientes todavía siguen interesándose por el sector”, apunta Esteve.

Pese a este buen arranque de la vuelta a la actividad, el sector prevé una bajada importante de las ventas

Pese a este buen inicio de la actividad tras dos meses de confinamiento, el sector inmobiliario asume que este año habrá una bajada importante de las ventas respecto ejercicios anteriores. El motivo principal es que la mayoría de los pisos de obra nueva que actualmente están en construcción “paralizaron sus obras para reanudarlas cuando se estabilice la situación y vuelva a haber demanda”, indican fuentes del sector. Pero esta bajada de las ventas no afectará a los precios, al menos en las viviendas de obra nueva, aseguran. No obstante, en los pisos de segunda mano sí que habrá un descenso. “Si este año se quiere vender un piso usado, su precio bajará y calculamos que será de entre un 10% y un 20% menos”, calcula Esteve.