El BBVA empeora las previsiones para el PIB catalán y calcula que se hundirá un 12%

El último informe 'Situación Catalunya' del BBVA Research concluye que la economía catalana podría caer hasta un 12% este año como consecuencia de la pandemia, delante del 9% previsto hace unos meses, para después crecer un 7,4% en el 2021, mientras que las tasas de paro se moverían entre el 14,4% este año y el 14,6% lo que viene.

Así lo ha apuntado el economista jefe de BBVA Research en el Estado, Miguel Cardoso, que también ha destacado que se podrían destruir 110.000 puestos de trabajo entre el 2020 y el 2021. Además, ha subrayado el caso de Lleida, donde el impacto en el empleo ha sido menor por la mayor dependencia del sector primario en comparación con el resto de demarcaciones, más vinculadas al turismo y a la hostelería.

Asimismo, el informe concluye que la caída del gasto se ha concentrado más en bienes fabricados en el Estado que en las importaciones a raíz del confinamiento, ya que según Cardoso ha llevado a algunas familias en renovar electrodomésticos, ordenadores o mobiliario, unos tipos de productos que mayoritariamente no se fabrican en el Estado.

Este, por el BBVA, es uno de los factores que ha contribuido a esta revisión, junto con el hecho de que el distanciamiento social y políticas de prevención se alargaran más allá de ocho semanas; la elevada dependencia del turismo -con descensos del 90% y 100%, y las revisiones a la baja de los crecimientos en España y Europa que también impactan en la economía catalana.

Cardoso ha puntualizado, además, que el estudio no tiene en cuenta el reciente endurecimiento de las restricciones en Barcelona.En total, la entidad calcula que el gasto de los hogares catalanes retrocedió entre un 25% y un 30% por el descenso del consumo en sectores como el ocio, el turismo y la restauración, mientras que por el contrario se detectó un incremento de los productos de alimentación y de los servicios relacionados con la salud, junto con la tecnología.

Según Cardoso, la recuperación está siendo "bastante intensa" hasta ahora, un hecho que lo ha sorprendido positivamente después de que en las peores semanas de la pandemia la actividad cayera a Catalunya entre un 30% y un 50%. En este sentido, de cara el segundo semestre se podría recuperar dos terceras partes de lo que se ha perdido durante esta crisis, ha dicho. Sin embargo, ha comentado que no se llegaría a los niveles del 2019 "en años" y que sería "sorprendentemente positivo" que ya fuera el 2022.En términos de ocupación, el BBVA calcula un descenso del 4,5% en el conjunto de los dos años, que según Cardoso, a pesar de ser un mal dato y el "drama del desempleo" es un "adelanto" respecto de recesiones anteriores, cuando había sido del 12%, ha dicho.

"Es un dato malo, dramático y puede llevar a una recuperación menos equitativa", ha subrayado el economista en jefe del BBVA Research, que también estima que el 20% de las personas que ahora están incluidas en un ERTO podrían acabar en un ERE.

Por otra parte, Cardoso ha subrayado que en el caso de la demarcación de Lleida la caída del empleo ha tenido un impacto menor por su mayor vinculación con el sector primario y la alimentación, como servicio esencial, delante de los otros demarcaciones que tienen más dependencia al turismo y al sectores de los servicios y la hostelería.

El economista jefe de BBVA Research también ha apuntado la "incertidumbre" en torno a la enfermedad como uno de los riesgos para la economía. Cardoso, sin embargo, ha celebrado que se entreven "escenarios un poco más positivos" ante la posibilidad de tener una vacuna en el 2021 o lo que viene, junto con el "compromiso" de los gobiernos a favor de políticas para mantener el empleo, la actuación de los bancos centrales y más recientemente el acuerdo para el fondo europeo de reconstrucción.

Otros riesgos que ha mencionado el economista en jefe de BBVA Research en el Estado es la alta temporalidad de los contratos, del 20%, ya que son muchas personas en "situación frágil" o el elevado porcentaje de pequeñas empresas, que tienen "menos músculo y menos capital humano".

Respecto de la prórroga de los ERTO hasta el 30 de septiembre, Cardoso ha afirmado que es una medida "adecuada" si bien se ha mostrado partidario de plantear un "mejor uso" de los recursos, como por ejemplo intentar "redirigir" a los trabajadores de sectores que no volverían a tener trabajo en 2 o 3 años o ayudar empresas a que muestren signos de recuperación delante de otras condenadas a la insolvencia.