Unos 1.500 leridanos todavía no han cobrado ni un euro del ERTE

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) se plantearon a mediados de marzo, cuando se decretó el Estado de alarma, como la fórmula de ayudar a empresas y trabajadores de afrontar una crisis tan inesperada como sin precedentes. Pero hoy, cuando están a punto de cumplirse cinco meses de muchos de ellos, aún hay trabajadores que no han cobrado ni un euro de prestación del SEPE, el antiguo Inem. En el conjunto del Estado se calcula que son unas 150.000 personas, mientras que en el caso de las comarcas de Lleida la cifra se estima que podría rondar los 1.500. Empresarios, expertos en materia laboral y sindicatos consultados coinciden en que el sistema se encuentra desbordado. De hecho, nadie podría imaginar tener que afrontar una crisis de estas características de la noche a la mañana.

Hasta 5.386 empresas han presentado ERTEs en la provincia, que han afectado a 30.576 trabajadores. De estos expedientes, 5.174 se circunscriben en causa de falta mayor con 26.490 empleados, según los últimos datos hechos públicos por la conselleria de Trabajo. Pero desde los momentos más duros de la crisis y las medidas de confinamiento en el marco del Estado de alarma, buena parte de los trabajadores han salido de estos expedientes. Se calcula que dos de cada tres empleados, hablamos de unos 20.500 trabajadores, ya han vuelto a sus empleos. Pero quedan unos 10.000 con contratos suspendidos o jornadas laborales recortadas. Se trata de personas enmarcadas en empresas con la situación más comprometida o de los sectores más golpeados por la crisis. El caso más palmario es el de la hotelería y en especial del turismo. De hecho, la consellera de Empresa, Maria Àngels Chacón, ya ha pedido al Estado que se amplíe la vigencia de los ERTEs hasta mazo.

Unos 20.500 leridanos que han estado inmersos en un ERTE ya se han reincorporado a su empleo

De momento, el sistema está asegurado hasta el 31 de septiembre, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insinúa la posibilidad de poder ampliarlo. “No tendría sentido dejar caer un sistema de protección como los ERTEs”, asegura la ministra de Podemos.

Pero existen muchas incertidumbres por aclarar. Una de las muchas es qué pasará con la cuantía de las ayudas a los trabajadores cuando estos expedientes de regulación temporal de empleo cumplan los seis meses. Las prestaciones del SEPE se sitúan en el 70% de la base reguladora del salario durante los primeros seis meses. Pasado ese momento, si no hay ningún cambio al respecto, el porcentaje que abona se reduce al 50% y hay que recordar que los ERTEs que se presentaron a mediados de marzo cumplirán un semestre a mediados de septiembre.

Cuando el Gobierno central hizo una primera prórroga de los ERTE ya modificó a la baja las condiciones, en este caso para las empresas. Por ejemplo, a los ERTE de fuerza mayor total vigentes cuando se aprobó la prórroga (con todos sus trabajadores suspendidos de empleo) se les aplicaba una exención en las cotizaciones empresariales del 70% en julio, del 60% en agosto y del 35% en septiembre en el caso de empresas con menos de 50 trabajadores.

“Las empresas necesitan facilidades para reflotarse y evitar despidos” Los ERTE se plantearon como una fórmula para intentar evitar despidos, pero los expertos advierten que es necesario ir más allá. “Las empresas necesitan facilidades para reflotar sus negocios y evitar así despidos, porque habrá compañías que en caso contrario se verán obligadas a cerrar”, explica desde el Col·legi de Gestors de Lleida Juan Antonio Santos. Centra la situación más compleja en todo lo relacionado con el ocio, el turismo y el comercio. Santos advierte que las empresas no pueden tener que soportar un viacrucis como está pasando con los expedientes de regulación temporal de empleo.