Indignación en la hostelería por el cierre a la una de la madrugada y el veto al tabaco

Indignación en el sector de la hostelería de Lleida después de que el ministerio de Sanidad anunciara que se prohíbe fumar en las terrazas –si no se mantiene la distancia de seguridad–, que el acceso a los clientes quedará vetado a partir de medianoche y que tendrán que cerrar a la 1 de la madrugada. “Somos el sector más castigado con las medidas para prevenir el coronavirus y, además de que no las entendemos, parece que solo se producen contagios en los bares y restaurantes”, manifestaron ayer varios restauradores de la capital y la Federación de Hostelería, que coincidieron en que había confusión tanto entre los establecimientos como entre los clientes sobre si se podía fumar, por lo que algunos bares optaron por separar unas mesas para fumadores. “Ha habido demasiado mareo con las medidas decretadas, se ha generado inseguridad, además de que como propietarios de estos establecimientos nos tenemos que organizar”, explicó el responsable de un bar de la plaza Sant Joan, que consideró que a pesar de que se trata de “un problema difícil, los dirigentes no han estado a la altura”.

Por su parte, Natàlia Rubio, de la Federación, también señaló que las nuevas normas despistan a los clientes y que “cualquier restricción afectará económicamente al sector”. “Respecto la prohibición de fumar, supongo que cuando se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) conoceremos en detalle la medida, pero si las mesas de las terrazas ya están separadas, no creo que sea un problema”, apuntó. Sobre las restricciones de horario, se preguntó: “¿significa que a partir de medianoche el riesgo de contagio es distinto? No se entiende y esta medida en concreto afectará a los bares donde la gente va a tomar algo después de cenar”. Rubio recordó que el sector ya tomaba muchas medidas de prevención, “con geles, tomando la temperatura a clientes y empleados y que la carta se consulte por internet”. En este sentido dijo que, “entendemos que hay que tomar medidas, pero no que los afectados sean siempre de nuestro sector, que parece que seamos los culpables de los contagios”. Al respecto, camareros de varios bares criticaron que “cuando la gente va al supermercado no pide que le desinfecten el bote de mayonesa que ha tocado otra persona y a nosotros nos hacen limpiar hasta las sillas y los apoya-brazos, además de que cuando vas en transporte público no se mantienen las distancias y los sillines tampoco se desinfectan cada vez que alguien se va. Cumplimos con las medidas de higiene a rajatabla”. Temen que la prohibición de fumar les reduzca el número de clientes. “Ya lo estamos notando con el teletrabajo, ya que ahora casi nadie viene a hacer un café durante el descanso porque se trabaja en casa, y ahora tememos que las personas que vienen a hacer un café y a fumar un cigarro dejen de hacerlo”, señalaron.

Los hosteleros ironizan sobre si a partir de medianoche el riesgo de contagio aumenta

El sector hostelero leridano lleva medio año con dificultades económicas. Primero fueron los tres meses que duró el estado de alarma, y luego llegó el cierre perimetral del Segrià y el confinamiento de Lleida y 6 municipios de esta comarca.