Endesa pone en marcha una prueba piloto para favorecer los desplazamientos de sus trabajadores en vehículos eléctricos
Endesa ha instalado puntos de recarga para vehículos eléctricos en ocho subestaciones del Baix Llobregat, el Alt Penedès, y el Garraf. Se trata de una prueba piloto, única en Catalunya y en el Estado, que tiene como objetivo favorecer la movilidad sostenible entre las tres comarcas. La actuación, que se ha hecho coincidiendo con la renovación y ampliación de la flota de vehículos de la compañía, quiere facilitar que los operarios puedan recargar a la batería de sus vehículos mientras ejecutan tareas de mantenimiento y mejora en las subestaciones. La duración de estos trabajos puede ir de las 2 horas hasta toda la jornada laboral, un tiempo ideal para cargar completamente la batería o sólo una parte y continuar la ruta hasta la próxima subestación o hasta la base.
El ámbito geográfico en el cual se mueven los trabajadores se circunscribe al oeste de la ciudad de Barcelona y llega hasta Vilanova i la Geltrú, en el sur, y hasta Moja, en el norte. Se trata de un entorno urbano o urbano-industrial, con un radio de unos 40 kilómetros de acción, de manera que la movilidad eléctrica es una solución ideal para moverse sin emitir emisiones de gases de efecto invernadero.
La ubicación de las electrolineras se ha escogido en función de la distancia hasta la base o hasta otras subestaciones, así como de la orografía del terreno, de manera que puedan cubrirse los desplazamientos entre las tres comarcas y garantizar la movilidad con el mínimo de huella ecológica. En concreto, se ha colocado este tipo de infraestructuras en las subestaciones eléctricas de Abrera, Begues, Cervelló y Sant Just Desvern, en el Baix Llobregat; a Vilafranca del Penedès i Subirats, al Alt Penedès, y a Vilanova i la Geltrú, en la comarca del Garraf. También se ha añadido la subestación de Castellbisbal, en el Vallès Occidental, por su proximidad y como zona de transición hacia el Baix Llobregat.