MONEDAS DIVISAS
Los leridanos aún mantienen guardados en pesetas unos 16 millones de euros en casa
Se puede cambiar este dinero en el Banco de España hasta el 31 de diciembre|| Desde su puesta en circulación, los precios han subido diez puntos más que el salario medio, que pierde poder de compra
El 1 de enero de 2002 entró en circulación el euro y dio comienzo un lento período para despedir las viejas divisas, como la peseta. Se calcula que en España aún están olvidados en los cajones, en viejas huchas o en manos de turistas-coleccionistas 1.604 millones de euros en la antigua moneda, de los que del orden a 16 millones corresponden a la provincia de Lleida. Estamos hablando de una cantidad nada despreciable y que en pocos meses, a final de año, pasará a ser metal o papel sin más. Para dar una idea del volumen, serviría para pagar un mes las pensiones a todos los viudos y viudas de las comarcas de Lleida.
La peseta convivió en los monederos con el euro hasta el 28 de febrero de 2002 y hasta el 30 de junio de ese año era posible cambiar la vieja divisa en cualquier banco o caja de ahorro. Pero el próximo 31 de diciembre acaba el plazo para que se pueda ir a una delegación del Banco de España a pedir el cambio de las pesetas por euro y a partir de ese momento, dejarán de tener valor.
El euro se puso en circulación hace dieciocho años con la polémica generada por el redondeo al cambiar los antiguos precios en pesetas. Si echamos la mirada atrás, la inflación en Lleida ha crecido un 42,8%, muy por encima de los salarios. El sueldo más frecuente en España se situaba en 12.500 euros en el año 2002 y hoy apenas ha mejorado en unos seis mil, hasta rondar los 18.500, lo que supone un 32,43 por ciento de incremento. Dicho de otra forma, una persona que tenga unos ingresos que podríamos considerar dentro del promedio, ha visto cómo su sueldo puede comprar menos cosas que cuando pagaba en pesetas, porque los precios han crecido diez puntos más que los salarios desde el nacimiento del euro hasta ahora, cuando la moneda ya ha cumplido la mayoría de edad.
Todos los billetes de peseta posteriores a 1939 son canjeables, mientras que los emitidos entre 1936 y 1939 deberán ser analizados por expertos , aunque teniendo en cuenta la antigüedad será difícil que alguien quiera cambiarlos. Las monedas solo serán admitidas si estaban en circulación el 1 de enero de 2002, ya que las anteriores fueron sustituibles hasta 1997.
Casi la mitad de las monedas, perdidas o guardadas como un recuerdo El Banco de España estimó que el 45% de las monedas en pesetas que estaban en circulación antes de la entrada del euro nunca será cambiado porque permanecerá en manos de los ciudadanos como pieza de coleccionismo, o bien por deterioro, pérdida o salida del Estado en los bolsillos de los turistas. Si se quieren canjear, hay que acudir a una oficina del Banco de España. En Lleida, el instituto emisor cerró su sucursal en la capital del Segrià a finales de 2003. Ahora, las sedes más cercanas se encuentran en Barcelona o en Zaragoza.