Más de la mitad de los jóvenes emancipados de Lleida llegan con dificultad a final de mes

El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas para los jóvenes. Muchos han de continuar viviendo con sus padres, y los que consiguen alquilar, o incluso adquirir una en propiedad en un piso o una casa, suelen tener problemas para llegar a final de mes. Esto es lo que se desprende de un informe publicado esta semana por el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya, en el que evidencia que más de la mitad de los jóvenes leridanos que han logrado emanciparse se tienen que apretar el cinturón habitualmente para no terminar el mes en números rojos. Son el 52,6% de los que tienen entre 20 y 35 años. Esta situación hace que muchos se vean forzados a emular la parábola del hijo pródigo, en el sentido de regresar al hogar familiar ante la imposibilidad de mantenerse por su cuenta en su propia vivienda. En este sentido, el 27% de los que vuelve con sus padres lo hace debido a estrecheces económicas. Y el 55,2% de los que aguantan viviendo solos de alquiler lo hacen porque no pueden permitirse el acceso a un inmueble en propiedad. Aun así, más del 26% prefiere el alquiler a la compra.

Estas cifras no son más que el reflejo de las estrecheces que sufren muchos jóvenes de la demarcación en el paso a la edad adulta. El 64% alquila y solamente tres de cada cien de los leridanos de hasta 35 años tienen en propiedad una vivienda cien por cien pagada. El 17% opta por comprar pero está hipotecado. En esta situación tiene mucho que ver el salario medio que perciben los jóvenes de Lleida. Según la Agencia Tributaria, los leridanos de entre 18 y 25 años ingresan, de media, 7.874 euros al año. El dato es de 2018, el último año disponible. Los del siguiente tramo de edad, entre 26 y 35 años, perciben un salario anual que, de media, es de 16.351 euros.

La mitad de los jóvenes catalanes de 25 a 29 años, en casa de sus padres La situación de los jóvenes leridanos es similar a la de los del resto de Catalunya, según este mismo estudio del Consell Nacional de la Joventut de Catalunya. Solamente la mitad de los jóvenes de entre 25 y 29 años ha podido emanciparse y el 40% de estos no tiene más remedio que compartir piso. A pesar de ello, para pagar la habitación han de destinar el 40% de su sueldo. Solamente un 9% viven solos, y en este caso emplean el 60% de lo que ganan en los gastos de vivienda. Según las recomendaciones de la Unión Europea, este porcentaje tendría que ser, como máximo, del 30%. Así las cosas, cada vez son menos los jóvenes que dan el paso para emanciparse. En Catalunya, únicamente el 20% de los que tienen entre 18 y 29 años. La media comunitaria es del 31%. Además, en el caso de Lleida, el 25,1% de los jóvenes de hasta 35 años admiten que el inmueble en el que residen presenta alguna deficiencia.