La restauración defiende abrir el viernes y advierte que las deudas "ahogan" a las familias
El sector reclama al ejecutivo que esté "a la altura"
El sector de la restauración se ha vuelto a reunir este martes para reclamar la reapertura de los establecimientos el 20 de noviembre y ha propuesto una desescalada en tres fases. En un acto unitario celebrado en la Llotja de Mar y con el apoyo del Consejo General de Cámaras de Cataluña, el sector ha advertido que las deudas "ahogan" a las familias y ha reclamado al Govern que esté "a la altura". "La Generalitat no ha demostrado tener la sensibilidad necesaria para entender la desesperación de los empresarios y trabajadores del sector", ha criticado el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, en la lectura de un manifiesto consensuado con el sector.
Asimismo, los representantes de la restauración han reclamado ayudas que compensen las pérdidas derivadas del cierre de los establecimientos y la condonación de los impuestos, tanto estatales como municipales. "Los cierres y restricciones que están haciendo caer los balances de pérdidas y ganancias de los establecimientos tienen que ir acompañadas de compensaciones y ayudas que permitan afrontar los gastos de funcionamiento, gastos por cierre y la pérdida de ingresos por la reducción de aforo", ha resumido el presidente de la Federación de Hostelería de las comarcas de Girona, Antoni Escudero.
En concreto, ha exigido ayudas tanto a la Generalitat como al Estado. Asimismo, también ha pedido una condonación de los impuestos municipales y, en caso de que no sea posible, ha reclamado a los ayuntamientos subvenciones a las empresas para poder hacer frente a los pagos. Escudero también ha reclamado al gobierno español una condonación de los impuestos estatales, como el IRPF o la cuota de la Seguridad Social, hasta la recuperación de la actividad turística, así como una rebaja del IVA turístico al 4%.
Más allá de estas peticiones, el sector ha elaborado una propuesta de desescalada en tres fases, planteada este lunes al conseller de Empresa y Conocimiento, Ramon Tremosa. La primera hace referencia al periodo comprendido entre el lunes que viene y el 8 de diciembre e incluye la apertura de los establecimientos al 30%, ampliable a la mitad del aforo si es posible respetar una distancia de dos metros entre los comensales de mesas diferentes (de espalda a espalda) en espacios cerrados y de 1,5 metros en terrazas.
Los locales tendrían que estar ventilados en todo momento y permanecerían cerrados los espacios donde no fuera posible. Asimismo, se aconseja el uso de mascarilla entre plato y plato y se obliga a utilizar gel hidroalcohólico entrando y saliendo del local. Además, también prevé un registro de los clientes, siempre que den el visto bueno, y una ocupación máxima por mesa de seis personas. La hora de cierre quedaría establecida a las once de la noche y el ticket de restaurante podría servir de justificante de cara a un eventual control.
La fase 2 del plan de los gremios territoriales de restauradores empezaría el 9 de diciembre hasta el día de Reyes, incluido, y contempla un aumento del aforo mínimo del 50% y del 75% si se puede mantener una distancia de un metro y medio, el mismo espacio que haría falta en las terrazas. Las mesas podrían aumentar hasta las diez personas y la hora de cierre hasta la una de la madrugada. Se mantendría la recomendación de utilizar la mascarilla entre plato y plato, el uso del gel y el registro de clientes.
Por último, en la fase 3, que entraría en vigor después de las fiestas de Navidad, se levantarían algunas restricciones, como las del aforo y el límite de horario, y se mantendrían medidas previstas anteriormente, como el control de temperatura, el uso obligatorio de gel hidroalcohólico al entrar y salir del restaurante, el uso recomendado de mascarilla entre plato y plato y obligatorio para ir o volver del lavabo o el registro de clientes. A diferencia de las anteriores, ya se podría consumir productos en el interior del local de pie, y se ampliaría el número máximo de comensales por mesa a las doce personas.
La restauración también ha pedido al Govern una declaración "clara e inequívoca" sobre la apertura de las estaciones de esquí este invierno. El sector ha recordado que el Sistema Pirenaico concentra el 61,2% de los visitantes en las estaciones de esquí y ha afirmado que este turismo se ha convertido en uno de los principales recursos para la temporada de invierno.
Por otra parte, han reclamado "diálogo directo" con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, a fin de que se aprueben las ayudas suficientes y efectivas para los sectores. "El sacrificio hecho por el sector los últimos 40 días y desde el inicio de la pandemia para proteger la extensión de la covid-19 a la sociedad tiene que verse compensado por los presupuestos públicos", ha pedido Castellarnau.
El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida ha asegurado que la restauración es un sector "tractor" para otros sectores, "que se están viendo arrastrados al precipicio". En este mismo sentido se ha pronunciado el presidente del Cluster Foodservice, Raimon Bagó, que ha asegurado que la restauración es la "punta del iceberg", ya que es el sector más "visible y tractor". Bagó ha advertido que detrás hay sectores como los productores y fabricantes, con altos costes estructurales y fuertes inversiones, o los distribuidores y logísticos, con importantes stocks por financiar.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Provincia de Tarragona, Francesc Pintado, ha asegurado que la situación del sector es "muy grave" y que las deudas están "ahogando" a las familias, que no tienen ingresos.
El sector critica la apertura hasta las cinco de la tarde
El sector ha criticado la propuesta del Govern de abrir la restauración con un 30% del aforo hasta las cinco de la tarde. El presidente del Gremio de Restauración de Barcelona, Pere Chias, ha asegurado que el sector "necesita" trabajar por la noche. Los representantes de la restauración también han lamentado haber conocido la noticia a través de la prensa y han advertido que seguramente no sea viable para muchas empresas.
"Es una decepción absoluta", ha lamentado el presidente del Cluster Foodservice, Raimon Bagó. El presidente de la Cámara de Comercio ha mostrado "sorpresa e indignación" por la propuesta. "No nos gusta un gobierno a 600 kilómetros, pero tampoco un gobierno que no se hablan entre ellos", ha lamentado Canadell, después de recordar que el plan de desescalada de la restauración cuenta con el apoyo del conseller de Empresa y Conocimiento, Ramon Tremosa.
El sector también ha estado muy crítico con la consellera de Salut, Alba Vergès. "La consellera ha sido una de las menos sensibles y más vehementes", ha lamentado Escudero.
Por otra parte, el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida le ha reclamado a la consellera eficacia, compromiso, confianza, diálogo y respeto hacia el sector, "valores hasta ahora ausentes".