Primer fin de semana con los comercios cerrados, que estiman pérdidas de 20 millones

Todos los comercios no esenciales han tenido que cerrar este fin de semana en Catalunya en plena campaña de rebajas de acuerdo con las nuevas medidas implantadas por el Procicat para frenar la expansión de la Covid, que solo permiten que abran de lunes a viernes, al menos, hasta el 17 de enero. Además, hasta entonces, el confinamiento es municipal, por lo que tampoco podrán recibir clientes de otras localidad y, según PimeComerç Lleida, el sector dejará de ingresar 20 millones de euros en la provincia. Asimismo, el cierre municipal también perjudica gravemente al turismo, ya que no pueden recibir a clientes de otras localidades. El sector ya denunció que con estas restricciones es inviable seguir abiertos y que las nuevas medidas abocan al cierre a los establecimientos (ver desglose).

El presidente de PimeComerç Lleida, Manel Llaràs, calculó estas pérdidas milionarias en base a las consencuencias del cierre del Segrià en verano, cuando también había rebajas. “Solo este fin de semana, cuando podíamos abrir sábado y domingo, se dejarán de facturar 6 millones entre los 1.500 establecimientos de Lleida ciudad y otros 6 entre los 2.000 del resto de la provincia, mientras que de cara a la semana que viene y con el sábado otra vez todo cerrado, serán unos 4 millones en la capital y otros 4 en la demarcación”, apuntó. Tanto la Fecom como la Pimec entienden las medidas, ya que es por salud, pero Llarás lamentó que se apliquen en un momento en el que la facturación puede subir por las rebajas.

Aunque el Govern haya anunciado ayudas, señaló que “tardan meses en llegar y ahora se están cobrando las del cierre del Segrià, pero mientras hay que seguir pagando impuestos, la seguridad social y otros gastos”. Por lo que pidió que las ayudas económicas sean “inmediatas”.

Por otro lado, las tiendas del Eix Comercial de Lleida dejarán de ingresar entre medio y un millón de euros solo este fin de semana. El presidente de los comerciantes de la zona, Llorenç González, también explicó a ACN que se confiaba con la campaña de rebajas para dar salida al stock que no se pudo vender a finales de año y poder llegar así a la campaña de primavera “con un poco de oxígeno”. Tanto González como Llaràs señalaron que el estado de ánimo de los comerciantes es de “tristeza y cansancio”.