Bruselas aboga por mantener en suspenso el control del déficit y de la deuda durante 2022
Pese a eso, pide "prudencia" a España por el "elevado nivel de deuda" || La Comisión Europea quiere evitar una retirada prematura de las ayudas: "Mejor errar por hacer demasiado que por hacer muy poco"
La Comisión Europea aboga por mantener activada durante 2022 la denominada cláusula de salvaguarda de las normas de disciplina fiscal comunitarias, lo que en la práctica equivale a suspender el control del déficit y de la deuda de los Estados miembros para que estos puedan continuar gastando lo necesario para paliar el impacto del coronavirus en la economía.
Así lo manifestó ayer el vicepresidente económico de esta institución, Valdis Dombrovskis. “Nuestro mensaje, que es claro, es que el apoyo fiscal debería continuar tanto tiempo como sea necesario. Basándonos en nuestras predicciones actuales, la cláusula de salvaguarda debería seguir activa en 2022 y ser desactivada en 2023”, manifestó a través de un comunicado.
Hace ahora un año, la Comisión Europea activó por primera vez la llamada cláusula de salvaguarda, que permite a los Estados miembros de la UE desviarse transitoriamente de los objetivos de déficit y de deuda que les exigen las normas con el objetivo de que puedan prestar un apoyo fiscal suficiente a su tejido económico, con medidas de gasto público o de reducción de impuestos que contribuyan a paliar los efectos de la crisis sanitaria.
Dombrovskis, así, sostuvo que esta norma excepcional ha de seguir en activo, al menos, un año más. Y es que, según las últimas proyecciones de Bruselas, la economía comunitaria no recuperará las cotas previas a la pandemia del coronavirus hasta mediados de 2022, y no en todos los Estados.
De ahí que se apueste por mantener suspendidas las normas durante todo el ejercicio próximo. En la misma línea, el eurocomisario de Economía, Paolo Gentiloni, manifestó que “está claro que en 2022 el apoyo fiscal aún será necesario”. “Mejor errar por hacer demasiado que por hacer muy poco”, sentenció.
Sin embargo, el vicepresidente Dombrovskis efectuó un toque de atención a los socios de los Veintisiete que presentan un “elevado nivel de deuda”, entre ellos España, Italia o Grecia.
Así, instó a Madrid, Roma y Atenas a “seguir políticas fiscales más prudentes”, aunque mantengan el apoyo en general.
Además, subrayó que para estos Estados serán los más respaldados por las subvenciones de los fondos de recuperación. “Es pronto para saber cuándo habrá que pasar a poner menos énfasis en los estímulos y más en la prudencia fiscal”, admitió al mismo tiempo el que es la mano derecha de Ursula von der Leyen en asuntos económicos.
Los sindicatos aplauden la propuesta de la Comisión Europea
El secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos, Luca Visentini, aplaudió ayer la propuesta de la Comisión Europea de no volver a aplicar las normas de disciplina fiscal hasta 2023, aunque añadió que esta es una decisión que no se terminará de concretar hasta el mes de mayo.
Visentini sostuvo, no obstante, que continuar con la inaplicación de las reglas de déficit y de deuda sería “lo más responsable”. Además, el dirigente sindical comunitario aseguró que estas medidas pueden marcar un “importante cambio” en la política fiscal de la Unión Europea.
Visentini, además, alertó de que en 2023 “no puede producirse un regreso a la austeridad”.
También el eurodiputado catalán de los comunes Ernest Urtasun apuntó que la Comisión Europea adoptó “la decisión que se esperaba” y consideró que “es positivo que Bruselas haya superado la etapa de la austeridad en el bloque comunitario”.