ANÁLISIS SECTOR FINANCIERO
Lleida ha perdido la mitad de sucursales de banca y casi 770 trabajadores en una década
La digitalización acelera el proceso con los grandes expedientes de regulación anunciados por las entidades || En la actualidad, la red se limita a 272 oficinas y lejos ya de los dos mil empleos
El logotipo de Caixabank luciendo en la fachada de la antigua sede de Bankia en Valencia.
El sector financiero español afronta desde que estalló la crisis de 2008 una reestructuración histórica. Primero fue la desaparición de las cajas de ahorro como pilar fundamental del sector en el Estado, en un proceso del que solo se salvó un puñado rentable reconvertidas hoy en banco.
Con la crisis, el sector aceleró su digitalización, un proceso que aún no está ni de lejos acabado, pero que en un contexto de tipos de interés históricamente bajos, al igual que los margenes de los bancos, estos han dado un nuevo golpe de timón con nuevos recortes de sucursales y, con ellos, del empleo. La provincia de Lleida ha perdido en la última década la mitad de sus sucursales.
El Banco de España tenía contabilizados 549 oficinas que daban servicio al público al acabar el año 2010, una cifra que se ha reducido a apenas 272 al concluir el pasado ejercicio. Se calcula que, de promedio, cada sucursal tradicional viene a contar con entre 4 y 5 empleados.
Es decir, que las necesidades de empleo de la banca han caído en este período en un millar de trabajadores.
De hecho, la provincia acabó el año pasado con 1.977 personas cotizando como trabajadores de actividades financieras y de seguros. Una década atrás llegaban a ser 2.741.
Pero el proceso de goteo de empleo en el sector ha continuado y en solo tres meses, el sector ha visto como caía el número de afiliados al sector en otros 22 trabajadores. Pero la pérdida de empleo se disparará en los próximos meses si se cumplen las previsiones de dos de los grandes bancos del Estado.
La nueva Caixabank prevé que 38 de los 8.291 trabajadores que incluirá en un expediente de regulación de empleo correspondan a las comarcas leridanas. En el caso del BBVA, el ERE apunta a una reducción de 3.800 puestos de trabajo, de los que 84 corresponden a la provincia de Lleida.
En el primero de los casos, Caixabank explica sus planes como después de la absorción de Bankia y, con ello, de la necesidad de acabar con las duplicidades de la entidad resultante. En el segundo, BBVA califica de imprescindible el ERE con el objetivo es garantizar su competitividad y la sostenibilidad de los puestos de trabajo de la entidad de cara al futuro.
Más de 40.000 leridanos carecen de una entidad en su población
Los cambios en el mapa financiero han hecho que cada vez sean más los municipios rurales que carecen de sucursal bancaria. Los últimos datos oficiales sitúan en 132 las poblaciones de Lleida que se encuentran en esta situación, en las que viven más de 40.000 personas.
Pero además de la propia falta de sucursal, uno de los grandes problemas es que muchas de las personas del territorio rural es en buena parte de edad avanzada. Dicho de otra forma, precisamente no son clientes que se puedan adaptar con facilidad a la digitalización.
En parte es un proceso dentro de la lógica del mercado, pero en otra parte está siendo acelerado para abaratar costes. Fuentes sindicales afirmaban que los bancos les habian presionado para digitalizar al cliente, y ahora esta digitalización les lleva al despido.
