ENERGÍA SOSTENIBILIDAD
Lleida, ¿un referente del biogás?
Convertir los lodos de las depuradoras, los purines de las granjas y los residuos orgánicos de la ciudad en una energía limpia y eficiente. Esto es lo que plantea un estudio de la Fundación Naturgy elaborado por el doctor en ingeniería industrial Xavier Flotats para hacer de Lleida y la comarca del Segrià un referente a nivel estatal en la producción del biogás, una energía renovable cuyo uso se ha popularizado en los últimos años en Europa pero que en España no termina de arrancar.
Flotats asegura en su estudio que “con el potencial de todo lo que son residuos y subproductos orgánicos que se generan dentro del término municipal de Lleida podemos cubrir el 12,6% de la demanda de gas natural, ya sea doméstica, comercial o industrial, y en el caso de que lo hiciéramos a nivel comarcal, el porcentaje pasaría a ser de un 44%”. Un hecho que comportaría no solo producir energía limpia, sino un ahorro tanto en la adquisición de energías fósiles, asegura Flotats.
A su vez, la reutilización de residuos orgánicos, purines y lodos comportaría “una reducción del 63% de los gases de efecto invernadero que se generan en el Segrià, esto es un hecho muy llamativo y, para hacernos una idea de su potencial, solo con el biogás que se podría hacer con los compostajes se podría cubrir la demanda de combustible de la flota de autobuses de Lleida”. Y si se optara por reutilizar los gases del vertedero de Montoliu en lugar de quemarlos, “solo con eso ya cubriríamos el 50% de la energía que necesitan los buses de la capital”, añade este investigador de Terrassa afincado en Lleida desde hace décadas.
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El motivo por el cual el estudio de Naturgy se ha fijado en Lleida es que “en su término municipal hay 76 granjas de cerdos y 90 de vacas y ovejas, mientras que en el conjunto del Segrià la cifra subiría a 1.500 explotaciones ganaderas cuyos residuos orgánicos se podrían aprovechar para generar electricidad”, sostiene Flotats.
Solo con el compostaje se podría cubrir la demanda de combustible de la flota de autobuses de Lleida
No obstante, reconoce que la principal problemática para poner este sistema en marcha reside en las granjas, ya que “se necesitaría una inversión importante para procesar los purines, además de una red logística para transportarlos a las plantas de tratamiento”. A pesar de este inconveniente, Flotats recuerda que en la depuradora de Lleida “ya se genera biogás y su meta es llegar a ser autosuficiente y hay una serie de residuos centralizados que se pueden aprovechar, esto ya lo tenemos ganado”. Por este motivo, Flotats dice que “si hubiera voluntad política para ello, siendo optimistas podríamos empezar a generar biogás en un año aproximadamente”.
Una energía que avanza en Europa y poco en España La conversión de purines y barro en energía renovable es una práctica que varios países de la Unión Europea llevan décadas utilizando. “En Alemania se dieron cuenta de los beneficios que comporta la producción de biogás en los años 90, mientras que en Francia se abre una planta para crear y tratar esta nueva energía cada semana”, recalca Flotats, añadiendo que en toda la Unión Europea “hay 18.000 plantas de biogás, de las cuales cerca de 800 hacen biometano y el resto electricidad”.
No obstante, en España esta práctica no estaba muy popularizada hasta ahora. Según Flotats, esto se debe a que “se necesita actuar en cuatro ámbitos: gestión de residuos, autosuficiencia energética, lucha contra el cambio climático y el desarrollo del mundo rural.
Si no se afrontan de forma conjunta estos ejes, no es posible llevar a cabo políticas que promuevan la producción de biogás”, señala Flotats, recordando que España “han faltado políticas gubernamentales, aunque ahora se está empezando a desarrollar una legislación en matéria de autosuficiencia energética y lucha contra el cambio climático”. Lo que está claro, según Flotats, es que “a diferencia de sus vecinos europeos, España no ha apostado por una energía renovable como el biogás o el biometano hasta ahora, por eso va tarde”.
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