SERVICIOS ANÁLISIS
Cerca de 38.600 leridanos no tienen acceso a dinero en efectivo en su pueblo
Son los vecinos de 130 municipios de la provincia, con una población envejecida
El Banco de España alerta que cerca de 38.600 leridanos no tienen acceso a dinero en efectivo en su municipio o en un radio cercano de unos cinco kilómetros a la redonda. Es la consecuencia de la transformación del mapa bancario, con menos oficinas, muchas sin servicio de ventanilla y la desaparición además de cajeros en cada vez más poblaciones.
Las zonas rurales, en especial las poblaciones más pequeñas, claman contra las desigualdades con respecto a las ciudades y uno de los déficits que tienen es el acceso a servicios financieros de forma presencial.
Tienen incluso cada vez más dificultades para que sus vecinos puedan acceder al dinero en efectivo. Así lo pone de manifiesto un estudio del Banco de España, que cifra en 38.558 los leridanos sin puntos de acceso.
Estamos hablando de personas que carecen de una sucursal bancaria o un cajero automático en su población o en un radio de 5 kilómetros a la redonda.
Son los habitantes de 130 de los 231 municipios de la provincia. Representan la nada desdeñable cifra del 8,8% de la población. Una vez más, la demarcación se sitúa a la cola de Catalunya en este servicio.
En Barcelona, la exclusión apenas afecta a un 1,1% de la población, mientras que en Tarragona es un 5,6% y en Girona, un 7,9%. La situación de Lleida, con 713 puntos para poder conseguir euros contantes y sonantes, es más favorable que la que se vive en la vecina Huesca, donde los excluidos de puntos de acceso son el 9,8% de su población.
Zamora (27,8%), Ávila (21%), Segovia (19,9%) y Palencia (18,2%) son las provincias con mayores índices de exclusión financiera en lo que se refiere a dónde conseguir efectivo.
El instituto emisor que preside Pablo Hernández de Cos advierte que la brecha entre quienes encuentran dificultades para acceder al efectivo y quienes tienen fácil acceso a él aumenta y que en el conjunto del Estado son ya cerca de 1,2 millones de ciudadanos.
En un momento de transición en los pagos con tarjeta u otros medios, como el teléfono, van al alza, el Banco de España afirma que uso de dinero en efectivo sigue siendo importante para muchos ciudadanos, en particular para aquellos que tienen dificultades en el acceso a determinados servicios financieros convencionales o escasos conocimientos digitales. En muchos casos estamos hablando además de la población de más edad, teniendo en cuenta precisamente el alarmante envejecimiento de muchos pueblos pequeños.
Por ello son especialmente preocupantes las consecuencias del cambio en el mapa de las entidades financieras.
El número de oficinas bancarias ha disminuido cerca del 50% y el de los cajeros automáticos lo ha hecho en un 20% desde el año 2008.
El Banco de España alerta que crece la brecha entre quienes tienen fácil acceso y no a este servicio
El cierre de oficinas y la apuesta por los canales no presenciales es una tendencia al alza en el sector financiero en España. Como publicó SEGRE el pasado mes, los bancos representados en la provincia de Lleida contaban con una oficina por cada 4.113 habitantes el año pasado, de manera que cada una daba servicio a 538 habitantes más que en 2019 y 1.495 más que una década atrás o lo que es lo mismo, un 57% más en diez años, según el anuario estadístico de la Asociación Española de Banca (AEB).
En el caso del conjunto del Estado, los bancos españoles contaban con una oficina por cada 5.660 habitantes en 2020, de manera que cada una daba servicio a 546 habitantes más que en 2019. El número de habitantes a los que atiende cada oficina bancaria en España casi se ha duplicado desde los 2.959 de 2008.
Las oficinas de Correos, una posible alternativa El Banco de España destaca el uso que están haciendo algunas entidades financieras de la red de oficinas de Correos como medio alternativo para disponer de efectivo en muchos municipios.
Recuerda que, en países como Irlanda, Reino Unido o Australia, el uso de las oficinas postales para acceder a efectivo está muy extendido en zonas rurales, mientras que en España “es todavía poco habitual”. En caso de generalizarse su uso para este fin, considera que las oficinas de Correos podrían ser puntos de acceso complementarios a las sucursales y a los cajeros automáticos.
Si se tienen en cuenta los establecimientos de Correos, las oficinas bancarias y los cajeros, el 99% de los españoles tendría un potencial punto de acceso al efectivo en un radio de cinco kilómetros.