Los perfiles profesionales más demandados por las empresas
Los titulados en las ramas industriales de la Formación Profesional (FP) representan el perfil más demandado por las empresas en España, donde escasea el interés de los nuevos alumnos en estos trabajos "de cuello azul", fruto del histórico estigma que ha acompañado a las profesiones manuales.
Tal situación contrasta con el "subidón" en la logística, sector en el que las demandas de las compañías y las matriculaciones avanzan en paralelo, según las asociaciones y patronales consultadas por Efe, que buscan personas polivalentes, que se adapten al cambio, incluido el tecnológico. Según el Observatorio de la Formación Profesional de la Fundación Bankia, en 2020, uno de cada cinco españoles tenía estudios de FP, y el número de titulados entre 25 y 64 años rondaba el 21,6 % de la población de esa edad.
En el curso 2019-2020 las familias profesionales más demandadas por los estudiantes fueron sanidad (16,39 %), administración y gestión (14,35 %) e informática y comunicaciones (11,84 %), niveles muy superiores a los alcanzados en industrias extractivas (0,02 %), energía y agua (0,3 %), o química (1,13 %).
"Todas esas familias 'de mono azul' están siendo muy demandadas por las empresas, pero muy poco pedidas por los alumnos porque tienen ese estigma que siempre ha tenido la FP: que es un trabajo más duro o poco glamuroso", explica el presidente de la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa, Luis García. De hecho, "muchas de esas plazas se quedan vacías", añade García, que lamenta esa visión de la industria cuando "todo lo que tiene que ver con la fabricación tiene mejores salarios, mejores convenios, menos temporalidad y una calidad de empleo muchísimo más alta".
LA LOGÍSTICA, AL ALZA
En logística, en cambio, "hay perfiles muy bien ofertados, como comercio y marketing, y sigue teniendo mucha demanda", apunta.
El peso de la FP en esta actividad es más que notable, y es que, según un estudio de la patronal UNO, el 56 % de los encuestados afirma que "abre más puertas" en el sector.
El "enorme auge" del comercio electrónico en los últimos años, todavía más notable a raíz de la pandemia de la covid, ha hecho "imprescindibles" trabajos como el de los repartidores de última milla, señala el presidente de UNO, Francisco Aranda.
También ha propiciado la necesidad de especialistas como los analistas de "big data", una de las titulaciones que contempla el plan estratégico de la FP junto a la fabricación inteligente, la implementación de redes 5G y la inteligencia artificial.
COMPETENCIAS DIGITALES
El proceso de transformación en el que se encuentra inmersa la economía lleva a las empresas a reclamar a sus futuros trabajadores una serie de competencias digitales y sociales, encaminadas a mejorar sus servicios y la experiencia del cliente. "La FP tendría que formar en habilidades que luego serán transversales, porque el proceso en sí se aprende en el puesto de trabajo", indica la directora de Formación y Estudios de la patronal hotelera Cehat, Ana María Camps. Pero "otra cosa sucede con la capacidad de entender o generar una hoja de cálculo, y con entender la sostenibilidad y comprender que si mezclo un producto con otro puede ser nocivo para el medioambiente".
Como ella, el director de transformación digital de Cepsa, Joaquín Abril-Martorell, que en el último encuentro de la patronal Ametic puso en relieve el valor que genera a las compañías contar con personal analítico, que sepa extraer información de los datos o programar, con independencia de su formación de base.
LA NUEVA LEY
En líneas generales, todos valoran el proyecto de ley de FP, que la semana pasada recibió la luz verde del Gobierno y debe someterse al trámite parlamentario. Una de las principales novedades es el aumento de las prácticas en empresas, que oscilarán entre el 25 y el 35 % de la duración total del aprendizaje en la FP general, y superarán el 35 % en la FP intensiva.
En opinión de CCOO, se "regula un incremento de horas prácticas inasumible por el actual tejido productivo", por lo que teme que "el impacto sea una mayor precariedad en la inserción, ya no de la población más joven, sino de toda la población activa".
Sin embargo, la directora de Formación y Estudios de Cehat considera que es "una oportunidad para que el alumno conozca el entorno laboral y para que, cuando entre al mercado con un empleo estable, sea productivo mucho antes". Aún así, admite que "si hubiera retroalimentación" entre las demandas del mundo empresarial y los programas formativos "quizás no haría falta que los alumnos estuvieran tanto tiempo en las empresas".
CAMINO POR RECORRER
Empresarios y formadores están de acuerdo en que España tiene ahora la ocasión de responder a un problema estructural, el paro juvenil, situado en un 38 %, muy superior a la media europea (sobre el 16 %); con todo, reconocen que queda camino por recorrer.
El presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), Miguel Mirones, avisa de que hay provincias, particularmente en la España interior y vaciada, en las que a las empresas del sector les está costando encontrar personal formado porque no se ofrecen esas especializaciones o no hay suficientes aulas o equipos. Carencias que han quedado reflejadas este verano, en el que "ha habido problemas en la restauración, tanto en cocina como en sala", concluye.