El Segrià se mantiene como la sexta comarca catalana más competitiva

El Segrià se mantiene en el ‘top ten’ de las comarcas catalanas más competitivas, la Noguera se sitúa en el grupo de las que más han mejorado, mientras que la Val d’Aran cierra el ranking elaborado por la Federació Empresarial del Gran Penedès y presentado ayer en la sede de Foment del Treball.

En concreto, el ranking vuelve a estar liderado por el Barcelonès y son Osona, el Baix Ebre y el Berguedà los territorios menos afectados por la Covid en términos de empleo. El agotamiento del ciclo económico de recuperación comportó que durante el 2019 la gran mayoría de comarcas catalanas experimentaran un importante retroceso de los respectivos niveles de competitividad y sostenibilidad. En 2020, se recupera la tendencia positiva.

La mayoría de comarcas de Lleida afrontan en buenas condiciones la crisis generada por la Covid

Aran es el segundo territorio que más posiciones ha perdido, situándose ahora como la comarca menos competitiva de Catalunya después de ocupar el puesto 37 en 2019. El fuerte impacto de la crisis de la Covid sobre el empleo, el paro y el tejido empresarial sobre la estructura productiva del Aran son los causantes de los malos resultados obtenidos por la Val durante este 2020, pero este 2021 se aprecia una clara recuperación. Por el contrario, hay cinco comarcas que han ascendido tres posiciones cada una. Son, por orden de clasificación, Alt Penedès, Anoia, Solsonès, Noguera y la Ribera d’Ebre. Algunas de las comarcas con unos mayores diferenciales de paro respecto al momento previo a la declaración del estado de alarma, son también algunas de las que registran un mejor comportamiento en términos de puestos de trabajo, encontrándose o bien por encima los niveles de empleo precrisis, o en una situación muy cercana a la plena recuperación. Es el caso de la Alta Ribagorça, Cerdanya o el Solsonès, que en el mes de junio contaban con niveles de paro un 71,1%, un 45,3% y un 35,2% superiores a los del mes de febrero del 2020, a pesar de registrar volúmenes de empleo superiores a los de antes de la crisis en el caso de la Alta Ribagorça (+ 1,3%), iguales en el caso de la Cerdanya (0,0%) y sensiblemente inferiores en el caso del Solsonès (-0,8%).

En otro orden de cosas, el Banco Central Europeo (BCE) calcula que el producto interior bruto (PIB) de la Unión Europea podría registrar una caída del 10% para 2100 en caso de que no se planteen políticas que mitiguen el cambio climático y acometan la transición energética, según sus test de estrés climáticos, publicados ayer.