CONGRESO JUBILACIÓN
La reforma de las pensiones supera su primer trámite
El PP solo consigue el respaldo de Vox en su intento de tumbarla || El proyecto vuelve a vincular las subidas a la inflación
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ayer.
El pleno del Congreso de los Diputados rechazó ayer la enmienda a la totalidad presentada por el grupo parlamentario popular al proyecto de ley con el primer paquete de la reforma de pensiones que, entre otras medidas, vuelve a vincularlas a la inflación y que fue pactado con el consenso de los principales sindicatos, patronales y organizaciones de autónomos.
Con 143 votos a favor de PP y Vox, 194 en contra y 11 abstenciones, la Cámara respaldó así que la reforma de pensiones continúe con su trámite parlamentario en el que, reconoció el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, será “debatida y mejorada” vía enmiendas parciales. La reforma supone la derogación de dos de los aspectos más contestados de la impulsada por el PP de 2013, el índice de revalorización que limitaba las subidas al 0,25% en situaciones de déficit, y el factor de sostenibilidad, además contempla incentivos y penalizaciones para retrasar la edad de jubilación, y establece por ley el refuerzo de los ingresos de la Seguridad Social a través de los Presupuestos Generales del Estado.
El texto fue elaborado, según el Gobierno, siguiendo las renovadas recomendaciones del Pacto de Toledo. Estas recomendaciones, avaladas en el Congreso, fueron respaldadas por el PP. Sin embargo, el primer partido de la oposición criticó la reforma, asegurando que es contraria al Pacto de Toledo, por no acompañarse de medidas de sostenibilidad, y augurando que el sistema público de pensiones puede encaminarse a la “quiebra”. La actitud de los populares, les valió recibir una lluvia de críticas por parte de las formaciones que sí que apoyaron esta primera parte de la reforma, aunque criticando de ella algunos aspectos.
Escrivà afirma que la jubilación solo se retrasará para aquellos que quieran seguir trabajando
Por otro lado, Escrivá insistió en que “España no necesita cambiar su edad legal de jubilación”, pero defendió impulsar su retraso “solo de quienes quieran seguir trabajando y no de quienes, por naturaleza de su trabajo o circunstancias vitales, no pueden hacerlo”.
