ALIMENTOS MERCADO
Frutas y verduras casi quintuplican su precio desde el campo a la mesa
En el mes de septiembre, los márgenes se multiplican prácticamente por seis en melocotones y nectarinas || La carne de cerdo sufre un incremento del 407%
Las frutas y las hortalizas prácticamente multiplican por cinco su precio desde que fueron recogidas en el campo hasta que llegan a la mesa de los consumidores. Es lo que afirma el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD), elaborado por COAG y referido al pasado mes de septiembre. En el caso de las nectarinas y los melocotones, el coste entre el origen y el destino llegó casi a sextuplicarse.En concreto, apunta que un kilo de nectarinas se pagaba el mes pasado en origen a 0,60 euros el kilo, mientras que en el caso de la nectarina se hacía a 0,57.
Esa fruta, no obstante, se vendía al consumidor a una media de 3,47 y 3,14 euros el kilo, respectivamente. Esto representa un aumento del precio del 478% y del 451%. Un incremento similar registraron también peras y manzanas, otro de los productos estrella que se producen en la provincia de Lleida. Al payés se le pagó en septiembre 0,55 euros por un kilo de peras y 0,47 euros por uno de manzanas.
No obstante, estas se vendieron en los supermercados a 2,59 y 2,46 euros respectivamente el kilo. En el sector agrícola, los márgenes más desorbitados se registraron el pasado mes en los ajos, las cuales incrementaron su precio un 785% del campo a la mesa, y en las ciruelas (782%).
En origen la hortaliza se pagó a 0,65 euros el kilo, mientras que el consumidor abonó por la misma cantidad en tienda 5,75 euros. Por su parte, en el caso de la fruta, al productor se le pagó 38 céntimos por un kilo de producto que en tienda se vendió a 3,35 euros.
Esta diferencia de precios, no obstante, no fue tan acusada en el caso de las carnes, que de media el kilo se llegó a pagar tres veces más caro en tienda que lo que se le abonó al ganadero. La diferencia más notable se dio el pasado mes de septiembre en el caso del cerdo, cuyo precio se multiplicó por cinco desde los 1,18 euros que se le pagó al ganadero por kilo hasta los 5,98 euros que se cobran en los supermercados. Esto supone una diferencia del 407%.
En el caso del pollo, una de las carnes más consumidas, el incremento no es tan elevado. Mientras que los consumidores pagaron 2,97 euros por un kilogramo de esta carne, en origen la misma cantidad por animal vivo tuvo un coste medio de 92 céntimos. El producto que presenta unos márgenes menos desorbitados es el huevo, ya que la diferencia es de un 31%. En concreto, una docena se pagó en el supermercado a 1,45 euros, mientras que al productor se le abonó 1,11.