CARBURANTES EMPRESAS
Este es el ahorro anual por llenar el depósito en una gasolinera automática
Este tipo de estaciones sin personal representan ya el 26% del total en las comarcas de Lleida || El auge del modelo ha crecido con la pandemia y el aumento de precios
Las gasolineras automáticas, las que carecen de personal, están viviendo un auge tras la pandemia y la actual subida de precios, lo que les permitirá aumentar su peso en el mercado estatal en casi 4 puntos porcentuales, hasta el 16 por ciento en España. El sector afirma que representan un ahorro de unos 300 euros al año de media por consumidor, con una oferta de entre 12 y 20 céntimos por litro de carburante más barato que los establecimientos tradicionales. Lleida es una de las provincias con mayor presencia de este tipo de gasolineras, con 43 estaciones de servicio sin personal, una cifra que representa el 26% del total.
Catalunya es la comunidad líder, con un 22 por ciento de penetración. En el conjunto del Estado suman 1.277 puntos de venta actualmente, después de que en 2020, en plena pandemia del coronavirus, creciesen el 22% a pesar de las “trabas” de las administraciones autonómicas y locales, según el presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), Manuel Jiménez Perona.El contar con menor espacio (no hay tienda) y no tener personal es lo que permite a las estaciones automáticas –que pueden estar abiertas las 24 horas– vender el carburante entre 12 y 20 céntimos por litro más barato que en las tradicionales, explica. Esto supone unos “200-300 euros al año” de ahorro, que equivalen al 1% de un presupuesto familiar, según Jiménez.
Asegura que las comunidades autónomas y los ayuntamientos siguen poniendo “trabas y barreras administrativas” a su expansión, porque aunque las petroleras ahora han pasado a denominarse empresas energéticas o de movilidad “quieren seguir ordeñando la vaca”.Las trabas con las que se encuentran estas gasolineras se refieren a la distancia mínima que deben guardar respecto a nuevas edificaciones: la normativa estatal habla de medio metro, y “es la que debe prevalecer”, pero en València se exigen 500 metros y en otros lugres “quince o cincuenta para limitar las posibilidades de desarrollo sin fundamento”, denuncia.Con todo, el crecimiento del modelo es claro y en 2015 tenían un peso de solo el 2 por ciento sobre el total.