La formación del trabajador, clave en la nueva realidad empresarial

La innovación y la internacionalización han sido los factores que las empresas han ido incluyendo en los últimos años para superar crisis y mejorar la rentabilidad de sus negocios. Ahora en adelante se deberá incluir con mayor fuerza la de la formación de los trabajadores. Esta es una de las conclusiones de la cuarta edición del Lleida Empresa de Pimec, celebrada ayer en la Llotja, que se centró en poner en valor la capacidad de adaptación que han tenido las empresas del territorio para afrontar la crisis de la Covid-19.Así, Delfí Robinat, consejero delegado y copropietario de la empresa familiar Casa Delfín y Culinarium, explicó a los asistentes que con la pandemia ha habido cambios en la forma de trabajar.

“Con una reducción de las ventas del 70 por ciento derivada de las restricciones sanitarias había que hacer algo”, explicó Robinat, que remarcó que las claves para superar esta crisis está siendo la diversificación y la resilencia pero sobre todo la calidad del equipo humano .Por su parte, Maria Ribalta, subdirectora de Piensos Ursa, empresa que se ha ido transformando poco a poco desde su creación en 1977, recalcó también que hay que saber sobreponerse a los obstáculos y tener una visión de negocio en el que el crecimiento compartido, la resilencia, y la calidad del equipo humano son claves no solo para subsistir sino para evolucionar.En este sentido, el presidente de Pimec, Antoni Cañete, aprovechó la clausura para manifestar que el futuro de las empresas está en quien invierta en formación.“El espíritu emprendedor nos permite tener segundas oportunidades cuando llegan tsunamis como la Covid-19”, añadió Cañete.Además, para él, Lleida tiene una gran oportunidad de crecimiento gracias a su situación estratégica y sobre todo al aeropuerto de Alguaire, que la puede convertir en el gran centro de la logística. “Un Memphis del sur de Europa”, dijo.Pero manifestó que eso no se podrá conseguir “si no vamos de la mano de unas administraciones públicas que cuiden del tejido empresarial”.Asimismo, el presidente de Pimec se quejó que “los oligopolios impiden la competitividad”.Por otra parte, dijo que las empresas deberán prepararse ante los costes ocultos de la huella de carbono de las mercancías, que pueden ser –dijo– una amenaza o una oportunidad si se sabe gestionar a tiempo.