La electricidad, sin tener techo hasta primavera con gas y carburantes al alza

La luz ha sido uno de los grandes protagonistas de este 2021 y los seguirá siendo en 2022. Comenzamos enero con una tormenta Filomena que arrasó olivos en Lleida, y que dejó a todo el Estado helado de frío. Como consecuencia, el precio de la electricidad marcó cotas que entonces parecían de escándalo, en torno a cien euros por megavatio hora (MWh).

Esa cifra parece ahora un oferta, si tenemos en cuenta que en el mercado mayorista (pool) la escalada ha llegado a superar en momentos puntuales los 400 esta semana. Los expertos tienen claro de que la escalada parece, de momento, no tener techo y todos coinciden que se mantendrá al menos hasta la próxima primavera, y algunos ya hablan de finales de esa temporada, en junio. Los precios del mercado mayorista repercuten directamente en la tarifa regulada o PVPC, a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores en España, y sirve de referencia para los otros 17 millones que contratan su suministro en el mercado libre.La escalada de precios que afecta a gran parte de Europa se debe, entre otros factores, al encarecimiento del gas en los mercados internacionales, que se emplea en las centrales de ciclo combinado y que marcan el precio del mercado en la mayoría de las horas, y el aumento del valor de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2).De hecho, la situación del gas es tanto o más preocupante.

En un solo día ha llegado a subir un 15% en este mes, con cotas que duplican las de hace un año. Detrás de estas drásticas subidas se encuentran las noticias de que la empresa pública rusa Gazprom ha dejado de reservar capacidad de suministro por el gasoducto que atraviesa Ucrania. Mientras, el petróleo oscila con las noticias sobre la Covid, pero hoy repostar a 1,476 euros el litro es un 25,52% más caro que hace un año, si se utiliza gasolina, y un 27% en el caso del gasóleo (1,344).

Los coches se encarecen una media de 800 euros

El ministerio de Hacienda no ha actualizado las tarifas del impuestos sobre la renta teniendo en cuenta la elevada inflación, que en los últimos doce meses se eleva al 5,5%. en la práctica, supone una subida encubierta del tributo. Serán muchos los trabajadores que cambien de tramo, y con ello de de su factura fiscal, cuando tengan un incremento de salario, aunque solo compense una parte de la inflación.

De esta manera, será un nuevo golpe al poder adquisitivo de muchos trabajadores. Por su lado, los Presupuestos de la Generalitat y la ley de Acompañamiento que acaba de aprobar el Parlament prevé una reducción del IRPF para las rentas inferiores a los 35.000 euros. En principio, afectaría a 166.000 trabajadores y 93.000 pensionistas, pero habrá que ver si la decisión del ministerio se “come” o no esta rebaja.

Contempla también la ampliación del plazo actual de aplazamiento del impuesto sobre sucesiones de uno a dos años, con el devengo de los intereses y sin obligación de depositar garantía, y es aplicable a los hechos imponibles devengados a partir de la entrada en vigor de la norma y hasta el 31 de diciembre de 2022.También se aprobó la enmienda que asegura que el Govern debe aprobar durante 2022 la memoria preliminar del anteproyecto de ley del impuesto sobre los alimentos ultraprocesados. Govern y comuns pactaron, asimismo, dos nuevos impuestos medioambientales sobre las actividades económicas que generan gases de efecto invernadero y sobre las emisiones portuarias de grandes barcos.

Los pisos pueden subir un 10% por los materiales

Una de las grandes preocupaciones de muchas empresas es la falta de suministros que, además, son generales, desde los semiconductores que afectan a la automoción o los ordenadores, hasta los materiales de construcción, por poner algunos ejemplos.

El Banco de España ha alertado que puede restar unas tres décimas al crecimiento del Producto Interior Bruto de este año que acaba y casi un punto en 2022. Calcula que las perturbaciones en las cadenas de suministro globales se mantendrán hasta los tres primeros trimestres del año próximo.