Las empresas tienen tres meses para adaptar los contratos temporales
En el caso de los contratos de obra y servicio se permitirá una duración de hasta seis meses
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, comparece tras la reunión del Consejo de Ministros en Moncloa.
La reforma laboral del Gobierno –pactada con sindicatos y patronales– entrará en vigor el miércoles, excepto en el caso de la temporalidad, en la que se permite un tiempo a las empresas para adaptarse. Según ha anunciado la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, las compañías tendrán tres meses para ajustar los contratos temporales a la nueva normativa, una prórroga que en el caso de los contratos de obra y servicio se alargará hasta los seis meses. "Si no, piensen que el día 1 de enero, o el 31 de diciembre, tendríamos que tener transformados los contratos", ha explicado Díaz en rueda de prensa. El plazo se acota, sólo, a los artículos de la reforma laboral que hacen referencia a la temporalidad.
Una vez haya expirado este periodo, los contratos temporales se limitarán a dos tipos: uno estructural y otro de formativo. En el caso del estructural, el gobierno español contempla sólo dos causas que justifiquen el uso de contratos temporales. Uno de ellos respondería a sustituciones –a raíz de bajas médicas, embarazos, etc. – y no podría ser superior a tres meses. La otra, por causas productivas, se limita a una duración de seis meses, que podría alargarse a un año en caso se llegara a un acuerdo vía negociación colectiva.
"De esta manera ponemos fin a los contratos por obra y servicio determinados", ha señalado Díaz, quien ha identificado este tipo de contratos como "uno de los grandes reclamos" con respecto a la temporalidad. Además, si la situación de temporalidad de un trabajador supera los plazos establecidos, la empresa estará obligada a contratarlo como fijo.
En paralelo, el gobierno español ha establecido nuevas condiciones para los contratos fijos discontinuos, vinculados a trabajos de naturaleza estacional o actividades productivas de temporada. Los trabajadores sometidos a estos tipos de contratos serán un colectivo preferente para acciones formativas. Al mismo tiempo, los convenios sectoriales podrán establecer bolsas de trabajo para favorecer su contratación durante los periodos de inactividad.
