AGRICULTURA ANÁLISIS
Lleida ha perdido este siglo el 37% de payeses profesionales y apenas quedan unos 9.000
La falta de relevo generacional y la crisis de precios explican una sangría cada vez más evidente || El sector ha anunciado movilizaciones para reclamar apoyo a un colectivo que se siente criminalizado
La provincia de Lleida ha perdido este siglo más del 37% de los agricultores y ganaderos profesionales, según los datos de Unió de Pagesos. Ha pasado de tener 14.450 personas afiliadas por cuenta propia para actividades agrícolas ganaderas y forestales a la Seguridad Social a finales del año 2000 a los apenas 9.093 que tenía de promedio el año pasado. Un retroceso en el número de payeses que no se frena y, de hecho, apenas había un promedio de 8.976 en enero de este año.
La tasa de pérdida de profesionales se repite en el caso de Barcelona, con un 37%, al pasado de 8.336 a comienzos de siglo a los 5.241 de promedio en año pasado. Los retrocesos son más agudizados en Girona, con la pérdida de casi el 46% de profesionales (de 5.763 a 3.124) y Tarragona, donde la pérdida de afiliados es superior al 44% (de 8.610 a 4.775). Estamos hablando que en toda Catalunya el año pasado quedaban unos 22.234 profesionales, cuando al comienzo del siglo eran 37.167. El gran problema del campo sigue siendo la falta de relevo generacional, que se explica por varios factores.
Por una parte, hablamos de actividades tanto agrícolas como ganaderas muy sacrificadas y que en especial en el caso de las granjas exigen de un cuidado los 365 días del año. Pero al mismo tiempo son profesionales que deben enfrentar especiales dificultades. Por una parte, vivir en el ámbito rural es sinómino en buena parte de los casos de no contar con la misma calidad de servicios que en las ciudades, desde tecnológicos como internet, financieros al carecer muchos de sucursal bancaria, y de otro tipo, como pueden ser sanitarios o educativos.
Pero en el plano económico buena parte de los subsectores se enfrentan a una crisis de precios que puede ser endémica, como la que arrastran durante años los productores de leche, o cíclicas pero en estos momentos especialmente graves, como el porcino que está perdiendo del orden de 12,8 euros por cada cerdo cebado que el ganadero envía al matadero. Pero además, agricultores y ganaderos se sienten criminalizados, cuando se señala a las granjas como foco de contaminación o los fruticultores como empresarios que no tratan como deberían a los temporeros.
Hablamos de circunstancias que están llevando a movilizaciones del sector agrario en todo el Estado. UP sacará los tractores a la calle en Lleida el jueves, 3 de marzo, para denunciar el empeoramiento de las condiciones de trabajo en el campo y el estancamiento de las políticas dirigidas al sector.
En Madrid se anuncia una el 20 de marzo.