Lleida pierde más capacidad de sacrificio de animales

Lleida tiene una capacidad de sacrificio de animales muy inferior a su producción ganadera y ahora pierde uno de los centros de matanza tras el anuncio de Sami de Vallfogona de Balaguer de su intención de cerrar sus instalaciones. Según explicaron fuentes de Comisiones Obreras, la medida afecta de forma directa a 75 empleados del matadero y, como mínimo, a una cuarentena de trabajadores de forma indirecta con actividades ligadas a esta empresa. La compañía alude a causas productivas y organizativas para anunciar el cese de la actividad del matadero.

El grupo gerundense Grupo Cañigueral-Costa Brava Mediterranean Foods y el leridano Vall Companys crearon una sociedad que formalizó un compromiso de compra de la empresa Leridana de Piensos (Sami) en octubre pasado. Las fuentes de Comisiones apuntaron que la decisión sobre el matadero la explicaron a los trabajadores desde la firma de Girona. El sindicato considera que en la operación de compra-venta el gran intereses de Grupo Cañigueral-Costa Brava Mediterranean Foods era hacerse con las granjas productoras de porcino de Leridana de Piensos y que, en realidad no estaba interesada en el matadero, sino en las explotaciones integradas y en la capacidad de engorde de animales, teniendo en cuenta que ya cuenta con un matadero de alta capacidad y moderno en Girona.

Sin embargo, CCOO apuntó que la planta de sacrificio de La Noguera representaba del orden de un millar de cerdos sacrificados al día, con unas instalaciones que necesitan una puesta al día. El sindicato insistió en que lucharán para evitar el cierre y apuntó que la empresa cerró el pasado con beneficios, por lo que no está justificado que eche el candado. La primera jornada de negociaciones del expediente de regulación de empleo está prevista para el próximo día 11.

Entre los 75 trabajadores de Sami hay dos tipo de perfiles. Por una parte los empleados que llevan toda su carrera profesional en el matadero. Por otra, jóvenes, en su mayoría inmigrantes, con siete u ocho años de antigüedad.Este cierre se suma a la crisis de Cricursa en la Noguera.