Unos 16.000 empleos están ahora en peligro en Lleida por el elevado coste de la energía

Los elevados precios de la energía están pasando factura a las empresas y la patronal catalana de pymes, Pimec, ya ha puesto cifras a los empleos que pueden estar en peligro en estos momentos ante unos costes disparados y sin freno. El presidente de Pimec, Antoni Cañete, advirtió ayer de que en Catalunya están en riesgo 320.000 puestos de trabajo, según una encuesta de la entidad en febrero, antes de iniciarse la invasión rusa en Ucrania, que contestaron 350 empresas. Teniendo en cuenta el peso de Lleida, estaríamos hablando de unos 16.000 empleos en peligro en la provincia.

En concreto, un 16,4% de pymes que participaron en la encuesta aseguran que la continuidad de su actividad peligra debido al coste de la electricidad. Otro 45,6%, además, sostiene que el precio de la energía “afecta de forma preocupante” a la viabilidad de sus empresas, algo que, según Cañete, se agrava a causa de la invasión rusa de Ucrania, por la dependencia energética con el país invasor. En este contexto, Pimec ha enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con la petición de que “el gas salga inmediatamente del pool eléctrico” para que se reduzcan los precios de la energía.

Exige “que los precios de la energía se configuren de forma justa”, para lo que insiste en aplicar un coste ponderado, para no generar rentas excesivas -en sus palabras- a las compañías energéticas y que el gasto de la energía caiga a la mitad. También considera que Generalitat y Gobierno deberían tomar “medidas fiscales” para ayudar a las empresas y pone en valor la dependencia que, según él, tiene Catalunya con las energías nucleares. En el caso de los carburantes derivados del crudo, la escalada de precios continúa.

El litro de gasóleo, el carburante más consumido en España, superó ayer los 2 euros por litro en nueve gasolineras en el Estado, ninguna en Lleida. La gasolina sin plomo 95 también ha superado la barrera de los 2 euros por litro en catorce gasolineras, con un pico de 2,1 euros alcanzado en un surtidor de A Coruña.Además, los precios de las gasolinas y gasóleos se han igualado en muchos puntos de venta, cuando tradicionalmente los vehículos diésel podían repostar a precios más bajos. En este contexto, las estaciones de servicio automáticas y low cost están viendo incrementada la demanda.

Los gremios de estaciones de servicio de Barcelona, Lleida y Tarragona, que forman parte de la Agrupació Catalana d’Associacions d’Estacions de Servei (Agrucaes), han mostrado este miércoles su compromiso de no vender carburantes procedentes de Rusia. En un comunicado, estas estaciones de servicio han adoptado esta medida para mostrar su rechazo a la guerra y a la invasión rusa de Ucrania. Agrucaes forma parte de la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio, que a la vez es socia de la patronal española CEOE.

El sector forrajero, preocupado pero confía en el futuro en Lleida

El sector forrajero es uno de los que se encuentra especialmente preocupado por los costes, desde el gasóleo en el caso de los productores de alfalfa, a otras energías utilizadas en el caso de la industria deshidratadora. También por unos fletes disparados a la hora de exportar en barcos sus productos. Pero al mismo tiempo, confía en que son dificultares coyunturales y que es una actividad de futuro.

Así lo explicó ayer a SEGRE Francisco Tabuenca, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, organización que ayer reunió a más de 800 personas en la Llotja de Lleida para analizar el presente y futuro de una actividad que está liderada por productores e industrias del Valle del Ebro, con especial peso de la provincia. Entre los puntos fuertes del sector se encuentra las previsiones de crecimiento del consumo en diferentes mercados, como India, aunque se augura un cierto retraimiento en Europa. De hecho, la exportación es uno de los puntos fuertes de las forrajeras, con Emiratos Árabes como primer mercado, pero seguido de cerca por una China que crece exponencialmente pese a su volatilidad y con Arabia Saudí como otro de los mercados en crecimiento.

Trabajan en 45 países y Tabuenca apunta que existen mercados en los que apostar como Japón, hoy suministrado en gran medida desde EEUU, pero también Corea del Sur, Taiwan o Brasil. En las jornadas, se analizaron aspectos de producción, con especial interés en la agricultura de precisión, pero también con mensajes de que la guerra en Ucrania demuestra la necesidad de cierta soberanía sobre los cultivos.

Primeros paros en las industrias por los costes

El repunte del precio de la electricidad y los combustibles ocasionado por la invasión de Ucrania ha motivado que parte del sector industrial español empiece a recurrir a ajustes en sus procesos de producción.

La electricidad baja hoy de los 400 euros/MWh

El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista fijado para hoy cae un 21,8% respecto al de ayer y será de 369,75 euros por megavatio hora (€/MWh). Deja el coste en el nivel que tenía el fin de semana, pero será nueve veces superior al que alcanzó en el segundo jueves de marzo del año pasado, cuando se abonaron de media 40,76 €/MWh.

El Gobierno Ucrania veta exportaciones de granos

El gobierno de Ucrania ha aprobado una resolución que prohíbe las exportaciones de algunos alimentos. Veta la salida de granos como la cebada, las semillas de caléndula y de colza, los abonos de origen animal o vegetal, y de algunos componentes propios del azúcar como dextrinas o almidones modificados. La prohibición se extenderá hasta final de año.

Bruselas descarta posible desabastecimientos

La UE no contempla un riesgo inmediato para el suministro de alimentos en Europa aunque sí un alza de los precios derivado del aumento de los costes de producción a causa del encarecimiento de la energía y del impacto de la guerra.

Medidas contra el cambio climático en el aire

Las medidas planteadas por la Comisión Europea para acelerar la desconexión del gas ruso y amortiguar la escalada de precios en el mercado eléctrico colocan la urgencia geopolítica en la primera línea y arrebatan la prioridad a los objetivos climáticos de la UE.