El campo lanza un SOS urgente ante la subida de los costes de producción

La subida ininterrumpida de los precios de la energía está no solo minando los costes de producción de agricultores y ganaderos leridanos, sino que además están al borde de la imposibilidad de hacer su trabajo. Joan Graells, productor de porcino, explica que ya este mes está pagando el triple por la electricidad que antes, pasando de pagar 500 euros por los gastos de una granja a 1.500. “La electricidad que es indispensable para dar calor en las salas de maternidad”, dice.

Pero no solo la luz, advierte, “los costes del pienso se han disparado en cuestión de días y se necesita el doble de circulante para financiarlo”. Con la pandemia, afirma, el consumidor no tenía motivo de preocupación de la falta de alimentos porque las granjas seguían funcionando, pero ahora es totalmente diferente. “No podemos trabajar y las granjas se están vaciando o están abocadas a cerrar”.En el mismo sentido se expresa Manel Esquerda, productor avícola, sector que consume mucha luz en invierno en calefacción y en verano en ventilación.

“Los costes de producción están acabando con la rentabilidad de las explotaciones, se nos comen los pocos beneficios que obtenemos”, explica. Además, afirma que aunque instalen placas fotovoltaicas para ahorrar, lo que se gana de día se pierde de noche con la subida imparable del precio. Sus costes se han pasado de los 1.500 euros a los 3.500.La situación es parecida en el campo.

Jordi Vidal coordinador de la sectorial de la Fruta Dulce de JARC Lleida, asegura que el agricultor tiene ahora tres opciones: Continuar con su trabajo esperando que esta sea una buena campaña; mantener los árboles y no producir o, por último, cerrar. Con los precios actuales, la factura de mantener una explotación se está multiplicando por tres. Por ejemplo, usar un atomizador de fitosanitarios en una hectárea de cultivo, con un depósito de 50 litros de gasoil, tiene ahora un sobrecoste de cuatro euros de más.

Si en una campaña normal de media gasta unos 6.000 o 7.000 litros de gasoil, “los costes se comen el beneficio”. Además, a esto hay que sumar el sobrecoste de luz en bombas de agua y cámaras de frío para la fruta. Esto lleva a una tormenta perfecta que abocará al cierre de quienes no puedan soportarlo.

Ante esto, Pere Roqué, presidente de Asaja Lleida, alerta que si no se lleva a cabo urgentemente una rebaja importante en los impuestos que gravan los hidrocarburos y se lanzan ayudas de Estado al sector agroalimentario, este no podrá seguir trabajando para producir alimentos. Advierte también que tampoco vale que se opte por comprar alimentos de países terceros porque estos ya tendrán un gran sobrecoste por el transporte.JARC y Asaja emplazaron a los payeses a apoyar la protesta del día 20 en Madrid para exigir una respuesta a la crisis.

Sigue el acopio de alimentos pese a no existir desabastecimientoAlgunos supermercados de Lleida vivieron ayer una nueva jornada de acopio de alimentos, principalmente productos cárnicos, harina y aceite de girasol, por parte de muchos ciudadanos que, o bien temen un desabastecimiento por una convocatoria de huega del transporte por parte de una asociación minoritaria, o bien adquieren los productos ante el temor de un fuerte incremento de los precios de los mismos.

Ante esto, tanto desde la Generalitat como desde el ministerio de Agricultura se ha reiterado que en la actualidad no hay problemas de abastecimiento. Sin embargo, la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, reclama medidas urgentes.