AGRICULTURA MOVILIZACIONES
Los payeses, hartos de perder dinero
UP protagoniza protestas ante supermercados de toda Catalunya
Los payeses están hartos de perder dinero, de tener que vender sus productos por debajo de costes. Así lo puso ayer de manifiesto Unió de Pagesos con manifestaciones en toda Catalunya, que reunieron a medio centenar de profesionales en Lleida y varios tractores y agricultores en La Seu d’Urgell. Salieron a la calle y recorrieron diferentes supermercados y grandes superficies, a las que acusan de ser los grandes causantes de su situación.
Así lo afirmaron por ejemplo, el coordinador de la organización agraria en el llano de Lleida, Josep Sellart, o el responsable de sectores ganaderos, Jordi Armengol, que lideraron la marcha en la capital del Segrià. La ley de la Cadena Alimentaria marca que ningún eslabón puede vender a pérdidas, pero los payeses aseguran que se ven forzados a ello. Denuncian que la ley no funciona si no hay un régimen sancionador que penalice a las distribuidoras que la incumplan.
La marcha en la capital del Segrià comenzó en el Supercor y después se desplazó a un establecimiento de Condis, a Carrefour y un supermercado de Mercadona. En el primero de los establecimientos sacaron un momento a la entrada un carro lleno de frutos secos de importación, mientras que en hipermercado hicieron una compra de productos como manzanas, carne y patatas con orígenes de Francia en el caso de los productos del campo y de Alemania en el caso del solomillo de ternera. Advierten que los costes de producción llevan tiempo que ahogan sus cuentas de explotación, pero la situación se ha agravado desde el inicio de la guerra en Ucrania, con unos precios del gasóleo, el gas o los fertilizantes por las nubes.
Jaume Pedrós explicó que el año pasado el cereal se vendía a unos precios de 180 a 190 euros la tonelada y hoy es necesario un precio de al menos 250 para poder “ganarse la vida”. Dijo que las cotizaciones han subido, pero el payés tiene la incertidumbre de cuál será la valoración de la nueva cosecha, con unos costes disparados y que se prevé muy corta por el efecto de la sequía y de los daños causados por los conejos. Como ejemplo de uno de los múltiples costes disparados, explicó que los fertilizantes han más que triplicado los precios mientras la manzana no cubre los costes ni de lejos.