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CONSUMO SOSTENIBILIDAD

Garzón pide comer menos carne y lácteos y bajar la huella de consumo

El ministro se apoya en un informe de la UE y culpa a la alimentación del 52% de este 'daño al medioambiente'|| El doble que el generado por los vehículos

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, posa antes de la presentación del informe.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, posa antes de la presentación del informe.EFE/ ZIPI

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Un estudio de la Comisión Europea y del ministerio de Consumo que dirige Alberto Garzón sostiene que el principal impulsor de los daños ambientales generados por una persona en España viene de la alimentación, de la forma de consumir alimentos, sobre todo carne. Por ello aboga por reducir su ingesta y la de lácteos.

En concreto, el 52% del daño ecológico de la ‘huella de consumo’ del Estado se produce en el ámbito de la alimentación, por delante de los vehículos, un 26% más que en la UE, según el informe Sostenibilidad del consumo en España, que presentaron sus autores en un acto encabezado por Garzón.

Gira sobre esa ‘huella de consumo’, un indicador que mide los daños ecológicos del consumo de bienes al margen de dónde hayan sido producidos, si dentro o fuera del país, y está elaborado por investigadores de ambas partes durante el último año y medio.

Planas dice estar “orgulloso” de que haya alimentos “en cantidad y en calidad suficientes”

Analiza el periodo entre 2010 y 2018 y llega pocos meses después de la polémica creada por las declaraciones del ministro sobre el efecto del consumo de carne y sus críticas a las macrogranjas y la ganadería intensiva. Ahora, las conclusiones del mismo afirman que los impactos ecológicos asociados a los alimentos, sobre todo se deben al carácter altamente intensivo e industrial que presenta el sistema agropecuario, fuertemente dependiente del uso de recursos fósiles, de fertilizantes químicos y de grandes cantidades de agua.

Ante esta evidencia científica “no se no puede mirar hacia otro lado”, según Garzón, que incidió en la necesidad de vivir “dentro de los limites del planeta” y de consumir una alimentación que impacte de forma positiva en su salud, además de en la individual. Para cambiar esta situación y conseguir una mayor sostenibilidad, Garzón abogó por cambios de patrones en la alimentación y apostó por la dieta mediterránea.

Sustituir el 25% de productos de origen animal por otros de procedencia vegetal haría disminuir en un 20% impactos ambientales, como el agotamiento de la capa de ozono o la eutrofización terrestre y un 15% otros como la emisión de partículas y el cambio climático.

Si la sustitución fuese del 50%, el grado de disminución en esos mismos impactos se situaría entre el 30% y 40%. El ministro de Agricultura, Luis Planas dijo no conocer el estudio, si bien aseguró estar “orgulloso” de que en España haya “alimentos en cantidad y en calidad suficientes”.

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