ECONOMÍA
El sector pirotécnico prevé un incremento de ventas por este Sant Joan
El sector pirotécnico prevé incrementar las ventas por este Sant Joan por encima de las registradas el año 2021, el primero en que se recuperó una cierta normalidad desde el estallido de la pandemia. Si en la campaña anterior se registraron unos 18 M€ en ventas, uno más que el último año antes de la crisis sanitaria, en el 2019, para este 2022 calculan llegar a los 19 M€.
Eso será posible a pesar del bloqueo del puerto de Shanghái, en China, que ha hecho retrasar el envío de producto. Ante la posibilidad de que no llegara hasta pasada la verbena, las empresas del sector han tendido a contratar productores y mano de obra de todo el Estado, y así esquivar una situación con graves perjuicios para los vendedores de petardos.
Las empresas del sector ya pudieron celebrar un Sant Joan con toda normalidad, en las puertas de la primera retirada de las mascarillas al aire libre. Después de una fuerte sacudida el 2020, cuando la pandemia redujo al pequeño comité las celebraciones de la verbena y, por lo tanto, el volumen de ventas, el año pasado se levantó de nuevo el vuelo con unos buenos resultados, que este año se prevén superar.
"Las ventas en el 2021 fueron mejores que en el 2019, y en el 2022 esperamos que el tiempo nos acompañe y puedan subir entre un 5% y un 6%, en el 2019 las ventas fueron de 17 M€ y en el 2021 de 18 M€; si llegamos este año a los 19 M€ sería perfecto", asegura el presidente de la Asociación de Fabricantes y Mayoristas de Pirotecnia de Catalunya, Josep Maria Vilardell.
Producto bloqueado
La campaña, sin embargo, no ha sido flores y violas. Cuando parecía que los problemas por la covid se habían dejado atrás de una vez por todas con la caída de las restricciones más duras, el bloqueo del puerto de Shanghái, cerrado durante dos semanas, ha hecho que la mercancía china no pueda llegar en las fechas previstas.
"El producto chino siempre llega entre finales de mayo y principios de junio, pero el colapso de Shanghái ha hecho que no pueda llegar hasta la última semana o incluso pasado Sant Joan", asegura Vilardell. Ante esta posibilidad, optaron por buscar la manera de producir desde el Estado, un hecho que, entre otros, les aportaría más rapidez en la entrega.
Eso ha hecho que las empresas pirotécnicas catalanas, pero también de ubicadas en el País Vasco y principalmente en la Comunidad Valenciana, entre otros, hayan tenido que reforzarse de cara esta campaña e incrementar personal. Vilardell asegura que eso no ha implicado un sobrecoste, porque el dinero que tenían previstos invertir en el transporte de producto desde China se ha revertido en la contratación de empresas del territorio: "Sólo nuestra empresa ha permitido la contratación de una treintena de personas", explica Vilardell, que también es propietario de la firma Petards CM.
"Nuestro proyecto es comprar cada vez más aquí, y estamos pendientes de adquirir un taller para poder fabricar nuestro producto", señala Vilardell, que reconoce que no se podrá concentrar la totalidad de la producción porque hay productos chinos que no se pueden sustituir.
Con respecto a la tendencia, Vilardell confirma que hay un predominio cada vez más de la fuente de colores por delante del trueno. Este hecho responde a la sensibilidad cada vez más instaurada de la seguridad en el lanzamiento de producto, sobre todo pensando en los chiquillos, y el respeto por los animales, entre otros.
Por este motivo, la oferta de lotes con petardos de bajo gramaje y sobre todo fuentes para todos los públicos aumenta en los catálogos de los vendedores. No obstante, las grandes baterías de cohetes, los petardos con trueno fuerte y las tracas siguen teniendo su salida.